Me ha gustado el último disco de Greta Van Fleet. Muy sólido, rozando el notable, no estará entre mis favoritos del año porque abundan los medios tiempos y tiene canciones que se alargan demasiado. Pero de esto a tacharlos de burda copia y hacer mofa hay un abismo.
¿Qué se inventó en la escena sleazy de L.A. a mediados de los 80’s? ¿Qué tuvo de inédito el Grunge o la escena escandinava encabezada por Hellacopters? ¿La mejor banda de RnR de los últimos treinta años, The Black Crowes, no se basó en Stones, Faces y Aerosmith y le dieron su toque personal e intransferible? Las redes sociales han amplificado el esnobismo rockero, tan exclusivo como excluyente, que entroniza ciertos nombres y ningunea a muchos otros.
Desde joven he intentado de manera cíclica que me gustaran grupos imprescindibles para solicitar el carnet de rockero, volviendo a pinchar sus albums de vez en cuando por si por fin me iluminaba. Velvet Undreground, Ramones, Clash y Pixies nunca me han llegado ,no son lo mío, pero siempre he reconocido su valía, importancia e influencia posterior. En cambio, nunca tuve dudas al poner en el plato a Neil Diamond, Steely Dan o Pablo Cruise: amor a la primera escucha. ¿Me inhabilita para entrar en el club de los melómanos?
Os propongo un rápido ejercicio: antes de la pandemia, ¿Cuál consideráis que era la media de edad de los asistentes a los conciertos de Rock? ¿Existe realmente un relevo generacional? En mi opinión hay que ser más flexibles, más “open mind”, y celebrar la aparición de gente como Greta Van Fleet, Harry Styles o Billie Eilish, aristas de calidad con los que a lo mejor no tenemos un vínculo emocional pero que aseguran la supervivencia de la música popular. Sus seguidores no solo asisten a sus conciertos, sino que compran las diferentes ediciones de sus discos y bucean en sus gustos, ampliando su paleta de cd´s o vinilos que entraran en su habitación.
Con el último de Greta Van Fleet escucho ecos de Rush, Yes o Led Zeppelin, pero también me pasa con Weyes Blood, Blitzen Trapper o Nuria Graham. Excelsos filtradores de clásicos que imponen su personalidad en el resultado final. La única criba que hago es la de la calidad, sin modas , esnobismos o exclusividad que me haga perder la ocasión de disfrutar de la buena música. Y es que cuanto más, mejor.
Fotos y texto por Albert Barrios.