Se cumple el aniversario del ‘asalto’, allanamiento amable si puede llamarse, de Bruce Springsteen en la propiedad privada de Elvis Presley. Corría el año 1976 y el músico de new Jersey se encontraba inmerso en su gira ‘Chicken Scratch’, que le llevaría por teatros de todo Estados Unidos en lo que se resolvían sus problemas legales sobrevenidos de su contrato con su anterior manager Mike Appel.
Forty years have gone by since Bruce Springsteen ‘stormed’ (or ‘carefully broke into’, if you like) Elvis Presley’s private property. The year was 1976, and the New Jersey musician’s ‘Chicken Scratch’ tour was at full tilt, as Bruce performed in one theater after the next, all over the United States, in an attempt to get out of some contractual hiccups he was facing with his former manager, Mike Appel.
El 29 de abril de 1976 su parada era Memphis donde Bruce y la E Street Band tocaron en un auditorio de la ciudad del hogar del blues y lugar de nacimiento del rock and roll tal y como rezan sus carteles de bienvenida. Esa noche Bruce estuvo acompañado en los bises por ni más ni menos que Eddie Floyd que interpretó Knock on Wood y Raise your Hand.
On April 29, 1976, Bruce and the E Street Band made a stop in Memphis, where they played at a theater in the city known as the ‘Home of the Blues’ and the ‘Birthplace of Rock’ (or at least that’s what the welcome signs say). That night, none other than Eddie Floyd joined Bruce during the encore, as they performed “Knock on Wood” and “Raise your Hand” together.
Tras el concierto, Bruce y Little Steven pillaron un taxi. En un principio no tenían rumbo y tras no pensarlo mucho decidieron que sería buena idea ir a Graceland. A lo largo de los años Bruce ha contado esta anécdota de diferentes formas en sus conciertos, muchas de ellas disparatadas. Lo único cierto es que una vez por fuera de los muros de la propiedad de Elvis, Springsteen, por entonces de 26 años, miró a través de la verja y vio una luz encendida en la entrada y pensó, ‘Elvis está en casa despierto’. Little Steven no saltó pero Bruce se animó y corrió desde la verja todo el camino hasta la entrada donde le recibieron dos grandullones.
After the concert, Bruce and Little Steven caught a taxi. Since they didn’t have anywhere special to go to, they came up with the great idea to go to Graceland. Over the years, Bruce has told this anecdote differently at his concerts, sometimes the story even seems a bit outlandish. The only thing for sure is that once he was outside the walls of Elvis‘s property, Springsteen, who was 26 at the time, peered through the gate and saw a light on in the driveway, which made him think, ‘Elvis must be home – and he’s awake’. Little Steven didn’t jump the fence, but Bruce went for it and got all the way up to the entrance before being greeted by two big guys.
¿Está Elvis? Preguntó Bruce. Estos le dijeron que El Rey del Rock se encontraba en Lake Tahoe para una serie de conciertos. Entonces Springsteen que por entonces tenía pinta de vagabundo comienza a decirles que él es un tipo con un disco de éxito y que acaban de tocar en la ciudad…como a los grandullones no le sonaba de nada probó con que había salido en las portadas de Newsweek. Al final se quedó sin argumentos y le acompañaron fuera.
‘Is Elvis around?’ asked Bruce. But the King of Rock and Roll was actually at Lake Tahoe for a series of concert dates. Springsteen, who looked more like a homeless bum than anything else at the time, starts telling them this story about how he has this hit record and that he had just played downtown… The big guys didn’t believe a word, so he even tried to prove it by telling them that he had been on the cover of Newsweek. In the end, he ran out of arguments and they eventually led him off the premises.
Lo habrán tomado como un fan loco, saltar la verja de una propiedad privada en América en medio de la noche, y más concretamente en el sur del país no puede guardarte nada bueno, sin embargo todo termina con Bruce sano y salvo y con una buena historia que contar, una historia que el destino, a veces esquivo, no quiso que acabara mejor, de hecho cuando Elvis muere Bruce soñó que había escrito «Fire» para él y que esa noche el encuentro terminaba de otra manera.
They must have just thought he was some crazy fan. Jumping the fence of a private property in America in the middle of the night, especially in the South, doesn’t usually turn out too well. However, in Bruce’s case, he ended up safe and sound and with a great story to tell; even though fate, fickle at times, didn’t want a better ending for the story. In fact, when Elvis passed away, Bruce dreamt that he had written “Fire” for him, and that their encounter that night had ended up differently.
Translation by Jessica Jacobsen.