Dirty Honey debutaron el pasado mes de abril con su primer disco homónimo. El cuarteto californiano compuesto por LaBelle, el guitarrista John Notto, el bajista Justin Smolian y el batería Corey Coverstone planeaban grabar el álbum con el productor Nick DiDia (Rage Against The Machine, Pearl Jam), quien había producido el EP de la banda en 2019; pero el día antes de que la banda volara a Australia para registrar el álbum, Los Ángeles entró en bloqueo debido a la pandemia de COVID-19 y los viajes estaban fuera de la mesa. Aún deseosos de trabajar con DiDia, se les ocurrió un Plan b como fue grabar el LP en el estudio de Henson Studios en Los Angeles con DiDia a través de la magia de la tecnología.
El disco de los angelinos consumen en menos de media hora y en ocho cortes, un álbum repleto de florituras de estridentes guitarreras impregnados de una tradición de blues funk que se manifiesta en su primera escucha. Coros femeninos incluidos. A Dirty Honey le faltan canciones, pero no creatividad como demuestran en sus ocho fogonazos abogando por y para revivir el rock n ‘roll. No todas sus canciones dan en el blanco, pero a nivel general suenan muy bien.
Verlos en directo nos sacará de cualquier duda. Dirty Honey por el momento ahí están con esta buena colección de rock clásico que seguro gustará a los seguidores de Greta Van Fleet, Aerosmith, AC/DC, The Black Crowes o Guns’N’Roses.