Bruce Springsteen publicó «Born in the U.S.A.» un 4 de junio de 1984. Séptimo disco de estudio de Springsteen. 18 nuevos temas escritos durante en la época de «Nebraska» (1982), claramente no encajaba en un disco tan sobrio e intimista. Disco malentendido por muchos por el título de la canción y del disco. Esa canción no es para nada ambigua. Solo hay que escuchar la letra con un poco de atención.
La letra apuntaba a valorar la lucha cotidiana de millones de trabajadores estadounidenses que perseguían el famoso sueño americano. Ronald Reagan trató de apropiarse para hacer política, una maniobra que contribuyó a su malinterpretación más extendida. El protagonista de la historia que cuenta el tema es un veterano de la guerra de Vietnam que perdió un hermano en ese larguísimo conflicto bélico y que intenta sobrevivir en un contexto muy desfavorable: se sabe que Estados Unidos no fue muy generoso con los excombatientes, cuya reinserción social fue costosa cuando no imposible.
En la canción aparece mencionada la batalla de Khe Sahn, donde murieron nada menos que 205 marines, entre ellos el hermano del protagonista del relato que imaginó Bruce Springsteen, al que solo parece quedarle el orgullo patriótico como escudo de defensa ante la adversidad, la impotencia y el dolor.
Especialmente en este país Springsteen no fue siempre un artista respetado. Para muchos que viven en una confusión permanente, para éstos se trata de un roquero populista que apenas merece atención. Durante su primera etapa de su carrera, hasta el éxito indiscutible de «Born To Run», se le consideró apenas un mal clon de Dylan. Springsteen es un compendio de los grandes canalizadores de esa entelequia llamada “americana”: la sensualidad y desazón de Elvis Presley junto con la poesía dylanesca.
Sólo que Springsteen es un poeta que no se impone como tal, y no por falsa modestia, sino porque sus preocupaciones realistas están más cerca de la narración y, en este sentido, de los escritores norteamericanos clásicos. Además, no se destaca por excentricidad alguna: ni la autodestrucción y el status icónico de Elvis, ni la santificación-reclusión de Dylan: es casi un trabajador de la música, de gira constante, sin escándalos y sin apenas depresiones y caídas.
Tímido se le ve siempre en las entrevistas, casi incómodo, sin grandes revelaciones que ofrecer. Todos los mitos están en sus canciones, y Springsteen los refiere, no los vive.
Ninguno de sus discos puede compararse con la experiencia de escucharlo en directo con The E-Street Band, una catarsis épica que lo transformó en uno de los artistas más pirateados de la historia. Springsteen es intenso, muchas veces exagerado porque el guion lo exige, y profundo, es decir, material de burla para quienes prefieren la seguridad de la ironía: se sabe, es muy difícil equivocarse si el camino es la levedad, pero es aún más complicado tomarse a sí mismo en serio sin caer en la vanidad y esto es lo que el hombre de Nueva Jersey viene haciendo con una coherencia y candidez sin precedentes.
Ese territorio enorme y desolador, ese paisaje de carreteras y frontera donde el movimiento perpetuo de los que lo recorren es la fuga y la búsqueda de una tierra prometida que por intangible, es aún más melancólica. Springsteen se preocupó siempre de que cada disco fuera importante, y lo logró, aunque tiene algún tropiezo, pero ningún fallido claro.
Como anécdota «No Surrender» fue uno de los temas que estuvo a punto de quedarse fuera del disco. Steve Van Zandt, lo convenció para incluirla porque retrataba perfectamente la amistad y del poder del rock sobre todos nosotros.
El disco fue el primer disco compacto en ser manufacturado en los Estados Unidos, al abrir CBS la primera planta de manufacturación en Indiana en septiembre de 1984. Hasta entonces, los discos compactos habían sido importados desde Japón. Existen discos igual de buenos que «Born in the U.S.A.» (1984) de Bruce Springsteen, pero no mejores…
Escucha «Born in the U.S.A.» (1984) de Bruce Springsteen
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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