Cada 3 de agosto celebramos el aniversario del lanzamiento de uno de los discos de nuestras vidas: «Green River» de Creedence Clearwater Revival. «Green River» fue el tercer disco de la Creedence Clearwater Revival, el segundo disco de los tres que publicaron en 1969 y el primero de su trilogía de obras maestras, que se completaría con Willie And The Poor Boys y Cosmo’s Factory.
John Fogerty parecía tocado por una varita mágica y su creatividad se desbordaba. Es increíble pensar que entre el 28 de mayo de 1968 y el 9 de diciembre de 1970 la banda (con sus cuatro miembros originales) lograra sacar seis discos de semejante calidad en tan poco tiempo.
Auténtica media de puro goce, Fogerty y los suyos recrean como nadie ese sonido de las cálidas y húmedas noches de verano en el sur sentado en cualquier porche delantero y disfrutando de la luz de la luna. La música parece reflejar la vida en las profundidades del campo con ritmos resonantes, ritmos firmes como el rock y el aullido vocal de John Fogerty tan salvaje y libre como el aire libre.
La Creedence se alejó de muchas de las influencias de la música psicodélica prevalecientes a finales de la década de los 60, y Green River de 1969 es ampliamente considerado como el primer álbum clásico de la banda, alejándose ya de las extensas sesiones de improvisación de álbumes anteriores y enfocándose en el éxito corto, directo y amigable para la radio sin perder nada de sus raíces, la americana rural, honky tonk y el country twang.
Quizás el mejor trabajo técnico del álbum en mi opinión sea «Lodi», la historia de tocar fondo en una ciudad sin salida, presenta el riff de guitarra más imaginativo y memorable del álbum que aporta melodía para aliviar el impacto de la melancolía de Fogerty, es otro testimonio de la habilidad técnica de la banda, con una gran línea de bajo prominente cortesía de Stu Cook y la siempre constante batería y guitarra rítmica de Doug Clifford y Tom Fogerty, respectivamente.
John Fogerty escribió canciones sobre temas a menudo oscuros, incluida la muerte inminente, temas sexuales, melodías sobre chicos malos, sobre el pecado y la desesperanza, estaban en parte oscurecidos por los ritmos de rock constantes que infundían riffs de guitarra amapola y ritmos boogie, narrativas originales de Fogerty de la vida en el campo. Existen discos igual de buenos que «Green River» (1969) de Creedence Clearwater Revival, pero no mejores…
«Hace como un año me puse en camino buscando mi fama y fortuna, Oh Lord, stuck in Lodi again»
Escucha «Green River» (1969) de Creedence Clearwater Revival:
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
Discos olvidados en nuestra sección Discos olvidados.
Fotos Carlos Pérez Báez.