Desde que la descubrí en 2015 como sorprendente telonera de Calexico que no me había vuelto a enfrentar a su propuesta en solitario. Pocos artistas han evolucionado en tan poco tiempo como Graham, y el magnífico ciclo de conciertos puestos en marcha por el joven y sobradamente preparado equipo de El Terrat de Celrà no era solo mi octavo encuentro con la rapsoda de Vic, sino que también era el momento perfecto para calibrar su madurez sin la red de seguridad que supone el tener detrás a una de las bandas mejor engrasadas de nuestro país.
Armada simplemente con una Stratocaster y un amplificador Fender, se tuvo que enfrentar al reto de adaptar su pletórico repertorio a la ausencia de su grupo y del piano, llenando todos los espacios sónicos gracias a la recuperación de su faceta (últimamente un poco olvidada) de virtuosa guitarrista.
Abrió con “Shirley”y “Hazel”, perfectos epítomes de su último álbum, mostrando el camino que seguiría todo el recital : canciones en cadencia más reposada que las originales, arpegios y una reverb básica para no echar en falta ninguna otra compañía. Tremendo trabajo instrumental en “Another Dead Bee”, otro signo de intensa madurez en su faceta de “storyteller” al presentar “Marianne” y toques de su venerado John Martyn en “Bird Hits Its Head Against The Wall”.
Curioso el cambio en el que es posiblemente su canción más “single”, un “Cloud Fifteen” en el que declamó a lo Lou Reed, desnudo´ en clave Folk “Marjorie” y recuperó de su primer trabajo un “Ages” que sonó a gloria. Tuvo que desprenderse de la ampulosidad y exuberancia para atacar “At last”, y presentó una nueva canción en la que esta´ trabajando y puliendo en directo desde el pasado verano, “The Beginning of Things”, donde muta en una sosias de Nick Drake electrificado.
Tuvo que sustituir el groove de “Christopher”, enfatizando cada frase de la canción a la manera de CS&N, cantó como nunca (y eso es mucho decir) en “Heat Death” y se despidió con la ya clásica “Toilet Chronicles”.
Totalmente redundante por mi parte hablar de madurez y de prueba superada al citar a Núria Graham a estas alturas de la película. Nunca repetitiva, siempre evolucionando y escapando de su zona de confort, volvió a ofrecer un concierto sin un segundo de relleno, repleto de detalles instrumentales (of course, es sin duda una de las mejores guitarristas del panorama musical actual) y vocales, ganando nuevos adeptos a la causa y dejándonos con la expectación de cual será su siguiente paso: does it ring a bell?
Fotos por José Figueres.
