Quinto trabajo de los franceses Guttercats «Eternal Life» publicado este pasado mes de mayo. Guttercats son de esas bandas que siguen manteniendo vivo el romanticismo primordial del rock & roll, aquel de sonidos sórdidos, oscuros pero más de callejones oscuros y peligrosos como los de Jeffrey Lee Pierce, Thunders, Kusworth, Bators, o Sudden.
Nueve temazos que mantiene tu corazón latiendo fuerte y ardiendo gracias a su líder y voz Guts, Chris Waldo (guitarras), Lick Lickens (bajo) y Adrien Calvez (batería, piano, órgano, sintetizador) en el que despliegan toda esa atmósfera y vestido Gun Club y de unos The Doors psicóticos con un peinado grasiento.
Las canciones de este «Eternal Life» no existían dentro de alguna película B imaginaria, sino en los capítulos más oscuros del rocanrol con esa sensación de tormento, tanto como cualquier riff de guitarra deslizante o un ritmo de fondo que arrasa el desierto. En un álbum lleno de momentos destacados, como «If I had a loaded gun», «Farewell», «Wild Animal» o «End of times» a medio camino entre el cowpunk y post punk con esa sacudida malévola en clave menor en todas las canciones de Guts.
El viaje pantanoso de «Eternal Life» te empuja hacia los fuegos del infierno, inyectando su marca especial y salsa oscura que empujóa la música de Guttercats más allá de cualquier cosa que pudiera considerarse comercial.