Cuando Commander Cody and His Lost Planet Airmen con George Frayne al frente llegaron a la escena musical a finales de los 60, realmente no había nada parecido a ellos. Aquí había una banda de ocho integrantes, cuyos miembros provenían de lugares tan remotos como Alabama, California, Connecticut, Michigan, West Virginia, Idaho y Nueva York, para quienes el género era poco más que componentes hechos en Estados Unidos destinados a combinarse a la perfección en algo nuevo.
Nadie hacía por aquel entonces mezclar el country, rock and roll, rockabilly y jump blues juntos sobre una base de piano boogie-woogie, obviando el floreciente folk rock y bluegrass de aquellos tiempos, y enalteciendo más el estilo Ernest Tubb y Ray Price. El 1 de noviembre de 1971, darían su primer golpe en la mesa con «Lost in the Ozone». Una combinación de melodías originales, la mayoría escritas por Frayne y Farlow, y versiones de Buddy Holly, Ronnie Self o Eddie Cochran.
Recordemos que George Frayne, cantante y pianista, el líder de Commander Cody and His Lost Planet Airmen, falleció este pasado 26 de septiembre a los 77 años. Se marcha otro grande que junto a sus ocho músicos, fusionaron el country, con el rockabilly, el swing, el R&B y el rock ‘n’ roll. Grabaron siete álbumes de estudio, y siempre prefirieron un enfoque sencillo y de vuelta a lo básico.
En aquel momento de la publicación del disco el 1 de noviembre de 1970, el grupo ya había acumulado un gran número de seguidores basados en salvajes, sudorosos y maratonianos conciertos y en muchísima popularidad en radios universitarias. Tras varios años juntos y habiéndose formado en Michigan alrededor de George Frayne, de voz grave, quien tomó su apodo de un personaje de ciencia ficción de la década de 1950 llamado Commando Cody. Además de Frayne, un pianista experto con vena traviesa y algo lasciva e inclinación por los ritmos boogie-woogie, se acompañó de Billy C. Farlow, Bill Kirchen, John Tichy, «Buffalo» Bruce Barlow, Andy Stein, Lance Dickerson y Steve Davis.
La banda se mudó a San Francisco después de unos años donde rápidamente ganó su reputación junto a formaciones como Grateful Dead y New Riders of the Purple Sage. Además de «Hot Rod Lincoln», que, en la interpretación, siempre presentaba una variación improvisada de Frayne sobre la historia básica carretera, coches y autopistas, «Lost in the Ozone ”, un alegre himno country al poder de la ginebra y el vino en casos de cagarla en el amor fallido, la balada fumeta de «Seeds and Stems (Again)”, la historia triste de un recipiente lleno de hierba o el ahogo de penas en «Back to Tennessee», recitando aquello de «Hice todo lo que pude hacer, pero no tengo ambiciones en la vida. Estoy cansado de inhalar pegamento, quiero respirar esa brisa del sur».
Supongo que una de las razones por las que esta banda nunca se hizo más grande fue porque nunca fueron constantes, o equilibrados. La banda tenía elementos de Country, Blues y Rock N Roll peleando en el lapso del álbum. Disperso dirían algunos, pero de ninguna manera deficiente, todo lo contrario. Ellos nunca pareció encontrar una sola dirección y es una pena que el resto del público comprador de discos nunca se haya dado cuenta. Su versión del clásico «Twenty Flight Rock» y «Family Bible» son también grandes pepitas del retro-rock de los 70 y la banda está como siempre en lo suyo sin importar el estilo de música que estén tocando.
Commander Cody and His Lost Planet Airmen supieron como nadie ofrecernos esa maravillosa receta de Western Swing y algo de country clásico, de honky-tonk, un poco de rockabilly de los 50, un poco de blues e incluso algo de gospel, filtrado en boogie-woogie. Discazo como la copa de un pino. Existen discos igual de buenos que «Lost in the Ozone» (1971) de Commander Cody and His Lost Planet Airmen, pero no mejores…
Escucha «Lost in the Ozone» (1971) de Commander Cody and His Lost Planet Airmen:
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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