The Whitmore Sisters editan su primer álbum, Ghost Stories. El disco está compuesto por canciones escritas por las dos hermanas junto con dos versiones, Big Heart Sick Mind de Aaron Lee Tasjan y On the Wings of a Nightingale, escrita por Paul McCartney para The Everly Brothers. El trabajo ha sido producido por Chris Masterson y editado en en Red House Records. Además de Chris, que aporta guitarras, banjo y percusión, colaboran Tyler Chester (órgano, piano), Jamie Douglas (batería), Dirk Powell (acordeón) y Jon Graboff (pedal steel).
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Los fantasmas siempre están con nosotros, esperando el momento o la razón adecuada para revelarse. Estos fantasmas aparecieron justo cuando el Covid cerró todo, se acabaron las giras y el confinamiento aisló a cada familia en sus casas. Bonnie, con cuatro fantásticos álbumes publicados a su nombre, decidió pasar el encierro junto a su hermana Eleanor en L.A. Chris Masterson, esposo de Eleanor y 50% de The Mastersons, vio la visita y el tiempo muerto como una oportunidad para animarlas a trabajar en un álbum fraternal.
Muchos años han pasado desde que Eleanor, siete años mayor, protegía a su hermana de 15 años cuando daba bolos en bares locales. El primer tema es un recuerdo de la infancia. Su padre, piloto en un portaaviones, les llevaba muchas veces a volar. Según ellas, esto les permite ver las cosas de una manera más amplia y hacer conexiones que la mayoría de la gente no ve. Y así llega Learn To Fly, un tema casi power-pop que, a través de las lecciones aprendidas entre las nubes, funciona como una metáfora para hacer frente a la vida sin perder la belleza.
“En nuestra familia todos cantan, tocan un instrumento y vuelan. Prácticamente nací en un avión. ¡Nuestros padres incluso hicieron acrobacias aéreas para intentar inducir mi parto!”. (Eleanor)
The Friends We Leave Behind fue la primera canción que escribieron juntas Eleanor y Bonnie, incluso antes de pensar en hacer un disco juntas. Las hermanas cantan a «los amigos que dejamos atrás son los que nos definen /¿cuántos habrá cuando nos hayamos ido?». Escrita después de la muerte en 2017 por cáncer del músico y productor George Reiff, la canción apunta a la huella que dejamos al morir. El tema que da título al disco está inspirada en otra muerte, la de Elijah McClain, asesinado injustamente por agentes de la ley en Colorado. Las hermanas decidieron con ella homenajear a todas las personas de color caídas tras pequeños encontronazos con la policía.
Y es que la pérdida es una presencia constante en este trabajo, a pesar de las melodías luminosas que lo recorren. Otras dos de las canciones están escritas en homenaje a exnovios muertos. The Ballad of Sissy and Porter trata sobre la relación de la pequeña de las hermanas con Chris Porter, músico (y ex novio) que murió en un fatídico accidente cuando estaba de gira. Por otro lado, Greek Tragedy es sobre Justin Townes Earle, otro gran amor en la vida de Bonnie. Tema que cierra el álbum a lo grande y nos deja con una agridulce sensación.
“Justin era una estrella que se quemó demasiado rápido. Era muy parecido a su papá. Él le allanó el camino y puso todas las respuestas frente a él, pero tuvo que cometer todos esos errores por sí mismo”. (Bonnie).
Eleanor vive en Los Ángeles y divide su tiempo entre The Mastersons y los Dukes de Steve Earle. Bonnie reside en Austin, a unos 2000 kilómetros de distancia. Además, como buenas hermanas artistas, sus relaciones han sido en ocasiones complicadas. Pero, al final, estas hijas fruto de la curiosa unión de un piloto/cantautor folk y una cantante de ópera, han podido realizar lo que todos veíamos inevitable: grabar un disco juntas. Y el resultado es muy satisfactorio.
