Mitski edita su nuevo trabajo «Laurel Hell»

Mitski publica su nuevo álbum Laurel Hell. Un trabajo que tardó más de tres años en prepararse, tras retirarse completamente de la vida pública. A los que hemos seguido la trayectoria de la neoyorquina no nos sorprende la evolución que presenta en este disco. Con una producción más brillante y unos arreglos más elegantes, siguiendo un poco el camino del hit Nobody que le puso en boca de todo el mundo. Como siempre, el disco ha sido producido y grabado junto a su colaborador habitual Patrick Hyland. Una pareja imbatible, pero que solo  recomendamos a mentes abiertas. Cada vez hay menos guitarras en un disco de Mitski. 

Escucha Laurel Hell de Mitski aquí 

 

Hija de una japonesa y un diplomático americano, su infancia transcurrió en un ir y venir por diferentes países. Eso forjó su carácter. Después de comenzar estudios de cine, los abandonó para ingresar en el conservatorio. Estudia composición y edita sus primeros trabajos. Después de una breve estancia al frente de una banda de metal progresivo publica, ya junto a su colaborador Patrick Hyland Bury Me at Makeout Creek, toda una sorpresa. Sustituye los pianos por las guitarras distorsionadas y demuestra que es un rara avis en la escena americana.  Inmediatamente, firma por Dead Oceans y su carrera despega con la edición de su single, Your Best American Girl, considerada por Rolling Stone una de las mejores 15 canciones de la década. 

Nada más acabar la gira de su fantástico álbum Be the Cowboy en 2019, disco del año en varias publicaciones de prestigio, Mitski Miyawaki anunció su retiro personal. Desde la sorpresa de Puberty 2 (2016), estuvo en el centro del panorama indie, tanto con sus giras como con su interesante cuenta de Twitter. Entonces, agotada por la intensidad con la que estaba viviendo la fama, colapsó. Y aunque aseguró a su público que se tomaba un descanso, una entrevista en Rolling Stone desveló que durante este tiempo había pensado seriamente en dejar la música. En marzo, comenzará su gira mundial (con casi todas las entradas agotadas, incluso en Europa) en el Radio City Music Hall, de New York. La confirmación de que esta enigmática artista se transforma definitivamente en una estrella del pop tras años como figura de culto. 

Se rumorea que su vuelta a la música comienza cuando su sello le recordó que en su contrato figuraba la obligación de editar un nuevo trabajo. Lejos de tomárselo como una rutina, ha puesto toda la carne en el asador y llega muy ambiciosa, con su trabajo más comercial y luminoso, aunque reína en el ambiente su particular sentido de la vida y sus letras incomparables. La producción parece buscar escribir himnos menos íntimos y más dirigidos a grandes audiencias. Es muy paradójico que una artista supuestamente huidiza de la fama recurra a un hit maker Dan Wilson para coescribir The Only Heartbreaker, uno de los pelotazos de este trabajo. 

Tomando el título de unas flores que crecen en los Apalaches, supuestamente surgidas entre ramas retorcidas que las rodean con fuerza, Laurel Hell ve a Mitski entrando más profundamente en sonidos ochenteros, un sonido lleno de melancolía y que no tiene tanta variedad estilística como sus anteriores trabajos. Si ya en su anterior LP empezaba a pulir su sonido, ahora no encontramos ya ni rastro de la actitud punk que sobrevolaba sus primeros discos.  

De todas formas, el tema que abre el nuevo trabajo sorprende, ya que escapa bastante del sonido que presentaban los primeros singles.  Valentine, Texas es pura ternura, susurrando con una inquietante voz baja: “Vamos a entrar con cuidado en la oscuridad”. Una canción sobre estar atrapada en la agonía de un nuevo amor, moldeando su carácter según lo que ella cree que le gustaría a la persona amada. Mitski en estado puro. 

La pieza principal de Laurel Hell es Working for the Knife, primer single, con el que anunció su vuelta a los escenarios. «Solía ​​pensar que todo terminaría a los 20 / Ahora a los 29, el camino por delante parece el mismo” Recién cumplidos los 30, canta que está “trabajando, viviendo y muriendo por el cuchillo”, en ese orden. Un tema muy comprometido, sujeto a muchas interpretaciones. Siempre han sido numerosas sus alusiones a las enfermedades mentales y las crisis de identidad en sus canciones. Según ella, es una crítica de las presiones sociales y el consumismo. Nos ayuda a comprender por qué Mitski decidió alejarse de los focos durante un tiempo.  

“No quiero ser un músico admirado por otros músicos. Quiero ser un músico para todo el mundo”. (2016) 

El álbum aprovecha las fortalezas de Mitski como compositor e intérprete, manteniendo siempre una cadencia muy teatral que maximiza el efecto de palabras que, por sí solas, quizás no tuvieran el mismo efecto en el oyente. Un gran ejemplo de su estilo es Love Me More,  posiblemente la canción más brillante y de toda su carrera, con una melodía que sobrevuela a lomos de un sintetizador para crear un himno pop majestuoso. También del mismo estilo es The Only Heartbreaker, la canción coescrita con Dan Wilson (Taylor Swift, Adele) y que aspira a ser el hit single que la saque del circuito indie para militar en la primera división del pop. 

 “Con el éxito, sentí que estaba perdiendo el alma poco a poco. La industria de la música es una versión amplificada del consumismo. Eres el producto que se consume, se compra, se vende”. (2019) 

Otras canciones destacadas son Stay Soft, otra odisea electrónica con los habituales guiños de salvaje sensualidad de Mitski. “Pensando en ti, meto la mano bajo mi peso”. Should’ve Been Me, inspirada por el sonido Motown, con una línea de bajo que recuerda a Can’t Hurry Love de The Supremes. Sin duda uno de las grandes joyas del disco. Otro tema sorprendente es Heat Lightning. Una balada perezosa sobre que, al principio, nos puede recordar a Venus in Furs de la Velvet Underground y que poco a poco se transforma en algo mucho mas rítmico.

También There’s Nothing Left for You, que nos retrotrae a esa Mitski que nos enamoró con sus primeros discos minimalistas. Con un sutil comienzo, apenas un latido de corazón y un sintetizador, que estallan en una instrumentación aparatosa cuando Mitski comienza a cantar con esa voz tan característica que le da personalidad a todo lo que canta. 

Increiblemente, a pesar de que sigue luchando contra la industria, este es sin duda el trabajo más comercial de la carrera de Mitski. También el que posiblemente le ponga en boca de todos. Quizás ligeramente inferior a sus dos anteriores discos, pero es que alcanzar ese nivel era muy complicado. Esperemos que sobreviva a esta ola y éste no sea el último disco de su carrera. Mitski Laurel Hell

Mitski2022

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