The Delines publican su nuevo disco, The Sea Drift, otra maravillosa muestra de su talento y elegancia. Como en los dos álbumes anteriores, la producción corre a cargo de John Morgan Askew, por lo que no esperen sorpresas en el sonido. No son necesarias. El estilo del grupo está perfectamente definido desde el primer día. El núcleo fundamental de la banda sigue siendo el formado por las composiciones de Willy Vlautin (guitarra y voces) y la delicada vocalista Amy Boone. Completan la banda los ex Richmond Fountaine: Freddy Trujillo (bajo), Sean Oldham (batería) y Cory Gray (teclados, trompeta). El disco se lanza el 11 de febrero a través de su nuevo sello Decor Records.
The Delines son, en esencia, un proyecto que surge de la amistad de Willy Vlautin y Amy Boone. Willy se había labrado un prestigio como líder de la banda Richmond Fontaine, pero estaba más centrado en su carrera como escritor. Su carrera como novelista funciona. Algunas de sus novelas como Lean On Pete y The Motel Life han sido incluso llevadas al cine.
Amy Boone, por su parte, grabó dos álbumes con The Damnations, y su conmovedora voz es perfecta para cantar las canciones narrativas de Willy. Difícilmente había alguien mejor para estos temas, ella tiene una voz que puede tocarte hasta lo más profundo de tu alma, cantando con sentimiento y aparente facilidad emociona a cualquiera con un mínimo de sensibilidad.
En The Imperial la banda consiguió crear una obra maestra. Durante la grabación, Amy tuvo un terrible accidente que le dejó fuera de circulación varios años, en los que el futuro de la banda estuvo en el aire. A finales de 2019, una gira europea, que les trajo a España, fue todo un reto para ella. Amy subía al escenario con muletas y se quedaba prácticamente quieta, cantando con los ojos cerrados, demostrando que no necesitaba más para dejar a la audiencia boquiabierta. Ese reto fue superado y llegó la pandemia, pero el nuevo disco ya estaba en marcha.
“Las sesiones de ‘The Sea Drift’ fueron la primera vez desde el accidente en que Amy se sintió fuerte y confiada en el estudio. Hay fuerza en su voz, la fuerza de alguien que ha superado muchos traumas y dolores”.
El nuevo álbum es un nuevo ejercicio de estilo, un estilo propio que funciona de maravilla y no da síntomas de agotamiento. Mientras The Imperial exploraba la soledad y el aislamiento en la gran ciudad americana, en esta ocasión las historias se desarrollan a lo largo de los estados que recorren el Golfo. Pequeños retazos de vidas americanas magistralmente escritas por Vautlin y cantadas por Amy. Ella canta sobre todas estas desgracias como si fueran parte de su vida. Como si le hubiera pasado a un vecino o un primo lejano y te estuviera contando la historia en un bar, mientras tomáis una cerveza con ella. Es imposible no caer rendidos ante su maravilloso estilo vocal.
La banda de acompañamiento ofrece un paisaje sonoro misterioso y sutil, donde menos es más. Cada canción parece una pequeña banda sonora de película de cine negro. Y, de hecho, cada historia podría funcionar por sí sola, cada personaje al borde del abismo podría tener su propio cortometraje. El principal referente para este nuevo disco, reconocido por la banda, es Tony Joe White época Rainy Night In Georgia. Aunque, también, hay muchos ambientes cercanos al soul-jazz en los arreglos.
“The Sea Drift’ comenzó con nuestro amor mutuo por Tony Joe White. Solíamos tener conversaciones sobre sus discos y Amy siempre bromeaba: escríbeme un Rainy Night in Georgia para mi. Dios, qué reto tan difícil, pero supongo que, con mi propio estilo, comencé a intentarlo».
El álbum comienza con el primer single (y videoclip), Little Earl. La narrativa de Vautlin y los arreglos de Gray marcan la pauta que va a marcar todo el disco. Y, como no, Amy narrando en tercera persona la historia de dos perdedores. Dos hermanos a los que un robo en un pequeño supermercado en las afueras de Port Arthur les sale mal. Mientras uno de ellos está malherido, conducen por la costa, pensando si deben ir a un hospital o, simplemente, seguir huyendo.
Una de las canciones más optimistas (dentro de lo que cabe) es el otro single, Kid Codeine«. Inspirado en una curiosa camarera que conocieron en L.A. en la época Richmond Fontaine . La chica tiene un novio jovencito boxeador con un peinado estrafalario. Con una instrumentación con cierto toque Gainsbourg, la chica acaba teniendo un accidente mientras baila en un club de striptease. Historias reales, que no solo han de vivirse sino narrarse, hay que tener el talento de Willy para saber contarlas.
Otras historias destacadas son Surfers in Twilight, una historia de la América profunda, donde una mujer sale del trabajo y, mientras pasea, se encuentra a su marido esposado por la policía. Ella no tiene ni idea de lo que ha hecho, pero siente que es culpable y su vida se desmorona. Hay muchas historias de perdedores. En Drowning in Plain Sight una mujer intenta escapar en vano de las presiones de la familia y su esposo. All Along the Ride es la conversación final de una pareja desmoronándose mientras conducen por la costa, con la voz de Boone detallando sombríamente la conversación de la pareja sobre una relación que se está disolviendo mientras conducen a lo largo de la costa de Texas.
En este disco todo, hasta el amor, tiene un halo de peligro. Por ejemplo, en Past The Shadows, la chica le dice a su amante que, si realmente le ama, debe introducirse con ella en el lado oscuro.
This Ain’t No Getaway narra el regreso, de madrugada, de una chica a la casa de su exnovio para buscar las últimas pertenencias y todo lo que viene después. No, no hay muchas historias felices. Solo un rayo de esperanza en Hold Me Slow, en la cual una mujer, cansada de vivir, se anima pensando que está a punto de entrar en una racha de buena suerte.
The Delines son una de esas bandas atemporales que viven en su propio mundo, ajenos a modas. Siguen su camino con su fuerte personalidad. Pocos grupos tienen un escritor tan exquisito y una cantante tan superlativa. Con esos ingredientes, ¿qué puede salir mal? Una pena que esta vez su gira europea no los traiga por nuestro país.