El pasado viernes 9 de abril, Willie Buck uno de los mayores referentes del blues de Chicago actuó en el Café Berlin con el aforo completo y un público entusiasta. Vino acompañado por una banda consolidada con José Luis Pardo al frente.
Willie Crawford, conocido como Willie Buck es un grandullón con aire bonachón. Su timbre de voz y sus composiciones reflejan en su mirada la atmósfera que respiraron los bluesmen oriundos del sur. Nace en una pequeña ciudad de Houston, Mississippi en 1937. Creció escuchando el soul, el góspel y el blues que su padre, ministro de la iglesia, cantaba en casa o en el púlpito y escuchando a los grandes de todos los géneros. Siendo un adolescente va conformando su estilo y participa en el «Circuito de Chittlin» saltando de Mississippi a Georgia, Louisiana, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee y Texas. En 1954 se instala definitivamente en Chicago y queda fascinado por el ambiente musical que escucha en los garitos y clubs donde conoció a alguien a quien admiraba desde hace mucho tiempo… el legendario «Hoochie Coochie Man», Muddy Waters. Esa relación fomentó su determinación y lo empujó a la escena musical. Fue el caldo de cultivo perfecto. Desde entonces este músico bebe de los sonidos del sur e improvisa y canta el blues más tradicional junto a músicos ya consolidados.
“Cuando canto pienso en la historia que quiero contar y en el sentimiento. Si además te acompaña la técnica mejor, pero en mi caso, no he ido a clases ni nada de eso. Aprendimos de mirar y escuchar a nuestros ídolos. Temas de mi propia composición, mezclados con clásicos de blues en un formato que me gusta mucho que es el trío con guitarra y armónica.”
El concierto discurre con una fuerza ascendente imparable. Buck viene acompañado por José Luis Pardo a la guitarra y Fernando Jiménez en la armónica, juntos enriquecen con sus solos los sonidos profundos del Mississippi. Canciones de antes como esa interpretación de Muddy Waters «I’m a man» rompe la barrera y el rio se desborda. A la lista se unen temas compuestos por Willie Buck que hablan del sentir de un hombre que ha trabajado duro para llegar un poco más lejos y hacer más infinito su horizonte. Adrián Carrera a la batería y Ernesto Larcher al contrabajo impulsan el ritmo sanguíneo con sus baquetas y cuerdas. Bum, bum, bum…
Tras una extensa gira que ha recorrido trece ciudades españolas, Willie Buck vuelve a su tierra, Chicago. Según dicen entre bastidores es posible que haya dejado algo de si, un disco grabado con músicos de estas tierras.