El tiempo lo dirá, pero en mi opinión la presentación de «Esponja» es un punto de inflexión en la carrera de Magalí Sare.
Junto a su inseparable ( e imprescindible) Sebastià Gris, el añadir a su propuesta en directo batería y teclados expande su sonido de la manera más ambiciosa posible, pero en el buen sentido de la palabra.
Sí el disco es una delicia basada tanto en la variedad cómo en la experimentación, el talento de Sare encima de las tablas aumenta su valor : una voz única, un concierto sin ataduras, una marcada personalidad de una artista en constante crecimiento y búsqueda…
Fotos Albert Barrios.