Friendship editan Love The Stranger, su mejor disco hasta la fecha, en Merge Records. Su debut en un sello importante se produce en el cuarto álbum de estudio y ha sido grabado en los Big Nice Studio de Rhode Island. La producción ha corrido por parte de la propia banda junto con Bradford Krieger.
Las raíces de Friendship están Yarmouth, Maine, un pequeño pueblo donde crecieron tres de sus componentes: Dan Wriggins, Peter Gill y Mike Cormier-O’Leary. La formación se completa con Jon Samuels. En busca de vivir de la música y tras pasar un verano trabajando juntos en barco pesquero, se mudaron a Philadelphia en 2015. Desde entonces la banda ha ido haciéndose con un nombre en la escena de la ciudad. Destacan sus dos LPs anteriores, publicados por la discográfica de chicago Orindal Records: Shock Out of Season (2017) y Dreamin’ (2019).
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El álbum recuerda por momentos a las viñetas que dibujaba el malogrado David Berman (The Silver Jews, Purple Mountains). Canciones cortas y sencillas, pero llenas de ideas: escenas que se quedan contigo y sonidos con los que te quieres quedar. Wurlitzers, pedal steel, percusiones apagadas, toques de electrónica bien manejada,… Líricamente, evocan escenas de la vida cotidiana con singular poesía. Varias canciones llevan el nombre de tiendas de barrio: Love’s, Blue Canoe, UDF, Kum & Go, …. Allí suceden las historias narradas, dibujadas mientras pasas por allí y te encuentras con el perdedor de turno.
Dan Wriggins, que se ha ganado la vida como pescador y jardinero, observa a su alrededor y nos lo cuenta con sencillez. Ya desde la primera canción, lo deja claro: “Meant to write down what I was feeling in the moment. Thinking, ‘Man, you better get it just like it was/ Or else you’re gonna forget it.’”
Cada uno de los cuatro miembros principales de Friendship tiene sus propios proyectos en solitario. Por un lado, Michael Cormier-O’Leary, tiene un proyecto folk en solitario, un grupo de ambient (Hour) y dirige una discográfica (Dear Life Records). Peter Gill tiene su banda de power pop, 2nd Grade; y Jon Samuels, el cuarto hombre, colabora con todos los proyectos de los amigos de Maine. Todos tocan todos los instrumentos y contribuyen a la producción. Un grupo muy comunitario que ha entregado uno de los discos más disfrutables de la temporada.
