Willi Carlisle ha publicado su segundo álbum de estudio que lleva por nombre «Peculiar, Missouri». Al igual que los pioneros de la pradera que informan a su musa, Willi Carlisle ha navegado por un terreno notable para llegar a «Peculiar, Missouri», una colección de gente de fogata que celebra el amor mientras despotrica contra el capitalismo, o la gran división política.
Carlisle es del resultado del punk al folk que ha alimentado durante mucho tiempo a los jóvenes frustrados que buscan resistir. Después de enamorarse de las ricas baladas y melodías de los Ozarks, donde ahora vive, comenzó a examinar el espectro completo de la historia musical estadounidense.
Escuchar el segundo álbum de Willi Carlisle es como recorrer a toda velocidad la historia de la música folclórica estadounidense para criticar la cultura contemporánea. Peculiar honra no solo las tradiciones, sino también personajes que no encajan del todo por su estatus económico, identidad sexual o profesión, haciéndole saber al oyente.
Retratos y meditaciones, exposición conmovedora sobre el dolor de un hombre gay en un divertido juego satírico sobre la vida en una furgoneta, varias historias atípicas de vaqueros, temas folclóricos nuevos y tradicionales, y hasta una reflexión sobre una crisis existencial en Walmart, acompañado por instrumentos como el banjo, el violín, la guitarra, el acordeón y la armónica.
Al crecer en Kansas e Illinois, Carlisle se crió con música folk y bluegrass y las historias de su padre sobre su época como músico. Alrededor de los 18 años, descubrió la Antología de Harry Smith , una recopilación fundamental de música folk, que lo lanzó a la misión de aprender sobre tantas partes del género como fuera posible. Cuando se mudó a Arkansas, se enamoró de las tradiciones de la música folk que encontró allí, y las incorporó a su escritura.
«Peculiar, Missouri» se inspira en el propio pasado y la experiencia de Carlisle como hombre homosrxual, así como en obras de Walt Whitman, Carl Sandburg, Ramblin’ Jack Elliott, ·EE Cummings, Utah Phillips y reuniones de baile y música folk en los Ozarks. Rechazando cualquier influencia, Carlisle prefiere llamarse a sí mismo un camaleón de género.
