Nikki Lane edita su cuarto álbum de estudio, Denim & Diamonds, mañana 23 de septiembre. Después de cinco años de espera, las diez canciones que encierra el vinilo saben a poco. El disco se edita en una de nuestras disqueras de referencia, New West Records. Ha sido producido por el líder de Queens of the Stone Age, Joshua Homme en su estudio Pink Duck Studio de California. La banda que le acompaña es, prácticamente, los propios Queens: Alain Johannes (guitarra), Michael Shuman (bajo) y Dean Fertita (teclas). Completan los músicos participantes Martt Helders (batería de Arctic Monkeys), Carla Azar y Matthew Pynn, el pedal steel habitual de Nikki.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Desde el lanzamiento de Highway Queens, todo un éxito a nivel de crítica, ha pasado mucho tiempo. Ocupada en su tienda vintage High Class Hillbilly, por un momento llegamos a pensar que la música había dejado de interesarle. La hemos visto mucho en redes sociales organizando barbacoas con Lana del Rey o Jenny Lewis, pero la verdad es que afortunadamente la personalidad de estas dos estrellas apenas sobrevuela como influencia de este nuevo disco. Además, ha colaborado con Spiritualized, en el Chemtrails Over the Country Club de Lana Del Rey o con la maravillosa Sierra Ferrell.
Posiblemente es el disco menos country de Nikki, algo que ya podíamos pensar al ver la banda que le acompaña. Desde el primer tema, que empieza con una linea de bajo contundente, podemos ver que el rock se ha apoderado de su espíritu. First high tiene un estribillo que es puro glam rock. “Llévame de vuelta al primer show, de vuelta a la primera nota, cuando supe que mi corazón era puro rock and roll”. Sigue un Denim & Diamonds que podría haber sido un hit en los años dorados del rock sureño.
Faded es una de las grandes joyas de este disco. Una balada enorme que, no se por qué, me ha evocado a Hanoi Rocks. El pedal Steel de mr. Pynn le da el toque de distinción necesario para llevarla a otra dimensión. Pura emoción, es desde ya una de mis candidatas a mejor canción del año. Born Tough es puro rock californiano . Estamos en tiempos de revival de la era dorada de Laurel Canyon.
Tom Petty sigue marcando tendencias, a pesar de habernos dejado demasiado pronto. Try Harder y Good Enough siguen por el camino que abrió el de Gainesville. Canciones bien hechas con estribillos para el recuerdo. Nikki no inventa nada, pero tampoco es su intención, al menos en este momento. Black Widow es otro de los momentos destacables del disco, con su ritmo rockabilly, que vuelve a elevar las revoluciones y a traernos a la Nikki que más nos gusta: la rebelde cuyo lema es «siempre es un buen momento para hacer cosas malas» Pass it Down se acerca al sonido de su buena amiga Jenny Lewis, aunque es de lo más flojo del lote.
«Hacer un disco con Nikki Lane me salvó la vida. Sus canciones sobre la vida, el amor, la pérdida y simplemente levantarse para dar otra ronda en el ring… bueno, me ayudaron a hacer lo mismo. Duro y hermoso. El nuevo disco de Nikki, Denim & Diamonds, es una declaración de independencia, individualidad y respeto por uno mismo. Estoy agradecido de haber tenido la oportunidad de ser parte de esto.» Josh Homme
El final del álbum, Chimayo, es una balada que parece salida de un spaghetti western y uno de los momentos más destacables del disco. A veces, menos es más; y con el acompañamiento de esa guitarra aflamencada, Nikki saca a relucir lo mejor de sí misma. El espíritu de Mark Lanegan sobrevuela en el ambiente y eso son palabras mayores. Posiblemente, la chica de North Carolina no tenía más ambición que traernos una buena colección de canciones y lo ha conseguido. Sólo nos queda disfrutar y esperar que visite nuestras salas muy pronto. España le quiere, como pudimos ver en la edición de Huercasa de este verano.
