Hay ocasiones en que por mucho que te esfuerces simplemente no llegas. Vas con retraso, se te escapa el barco, pierdes el vuelo. Estás fuera. Luego existen esos milagros en los que, casi sin querer, estás en el lugar adecuado a la hora señalada. El sábado pasado fuimos unos privilegiados. Tuvimos la oportunidad de cruzar el Atlántico hasta una cancha, con hierba alta, de esas por las que la pelota se demora.
Rodeados por un público absolutamente entregado, de esos que solo ves llenar las plateas de los estadios hasta casi tirarlas abajo. Cuando vimos el despliegue de medios, un sonido verdaderamente fantástico, y un dispositivo de seguridad durante el recital sin el cual no sabemos cómo habría acabado la cosa. Sí, así se las estaba gastando el respetable.
Público que, alentado por el propio Juanse, llevan mucho tiempo viviendo aquí y han perdido ritmo, se volvió absolutamente loco, demostrando que la verdadera pasión es de esas cosas que no se compra. Cuesta poco entender que bandas como ACDC o los Stones hayan grabado sus recitales en Argentina. El calado del rock and roll es allí tan profundo que no creo que exista parangón en el planeta.
Juanse, un gigante. Su lento pero decidido andar hacia el escenario, siempre guitarra en mano, transformó la noche. Sin muecas, posturitas ni medias tintas, solo rock and roll, hedor a cerveza, a sudor, a pelota, a potrero con puño en alto que durante casi dos horas convirtieron el recinto en un santuario musical sin precedentes.
Fueron dos fantásticas noches paranoicas en Canarias con Juanse de Ratones Paranoicos, este pasado viernes 16 de septiembre en las Palmas de Gran Canaria y al día siguiente en Tenerife para gente no fina, tampoco lo peor porque el mundo no comprende. El vicio del rock and roll.
Conciertos redondos de casi dos horas sin casi interrupciones, derrochando todos sus clásicos, más alguna que otra sorpresa como «Destruida Roll» en las Palmas ante un publico mayormente argentino en dos noches para el recuerdo para una formación que llena estadios cuatro veces seguidas y son toda una institución en Argentina y Latinoamérica.
Juanse junto al paranoico bajista Pablo Memi, Pablo Ponch (Los Gardelitos, La 25) y a la batería a Juan Colonna (Gordo) nos invitaron a todos los presentes a celebrar a todos los libros del rock y su nación stone y rolinga volvieron a deslumbrar con esas bases divinas como leyendas vivas del sexo, las drogas y el rock n’roll. La gira de Juanse prosigue: Miércoles en Barcelona, jueves Madrid y viernes Valencia.
Una reflexión bien alta para cierto público en las islas: ¿Dónde estaban todos esos «roqueros de postal» de Tenerife y el día antes en Las Palmas que siempre dictan sentencia? ¿Dónde estaban todos esos ídolos y ese mundo de «palmeros», pedazos de madera, gatos o perros de cerámica que no ven, sí que hablan pero ni escuchan?
Cero seguidores del género en ambas islas y noches. ¿Postureando en las redes sociales día y noche, o apoyando a las bandas locales como dices (las hubo en ambas noches). Sensacionales las bandas locales Morirán Todos! y Elargentum? ¿Endogamia, amiguismo, tragando lo intragable e indefendible?
Texto por Patricio González Machín y Carlos Pérez Báez. Fotos y vídeos por Andrés Marvellis, Josepa Suárez, F. Z., Salvador Jesús García, y Carlos Pérez Báez.
Playlists de los conciertos de Juanse en las Las Palmas y Tenerife:
