Dentro del programa de actuaciones del Festival de Blues de Cerdanyola y en un entorno privilegiado y al aire libre como es el del Bosc Tancat, nos acercamos unos cuantos a ver a un histórico del pop rock británico como es Nick Lowe en una nueva alianza con los surferos Straitjackets.
Con un ligero retraso sobre la hora prevista salieron al escenario el protagonista de la noche y su banda acompañante con su habitual parafernalia en forma de máscaras inspiradas en la lucha libre mejicana. Y desde el minuto cero ya nos percatamos de que aquello no iba a ser un concierto del montón.
De entrada hay que reconocer que a Nick Lowe se le nota un poco que los años le van pesando, pero suplió alguna carencia vocal con mucho oficio, carisma a borbotones, un buen gusto infinito y por supuesto grandes canciones. Los Straitjackets pusieron el resto mostrando la gran variedad de recursos de que disponen.
El concierto transcurrió de forma deliciosa con un Nick Lowe picoteando de su repertorio en el que incluso notábamos ecos del mejor rock americano; y es que es imposible resistirse ante el encanto de canciones tan perfectas como “Haf a Boy And Half a Man”. Tras un rato de concierto y con simpáticos interludios el protagonista se tomó un descanso para darle protagonismo a sus acompañantes. Poco les faltó para iniciar su jarana surf particular tan habitual ya fuera revisionando a The Ventures como con temas propios como el impagable “Space Mosquito”. Por supuesto tras este interludio tuvimos más Nick Lowe que aunque pueda parecer una veleidad nos siguió acariciando los oídos con exquisiteces como “Blue On Blue”.
Se acercaba la recta final que fue cosa fina con versión del clásico “(What’s So Funny About) Peace, Love And Understanding”. Pero Los Straitjackets tampoco iban a dejar que nos fuéramos de cualquier manera y nos endosaron versiones de “Run Chicken Run” de Link Wray y una escacharrante revisión del “Venus” de Shocking Blue”. Y para acabar lo que muchos estábamos esperando; Nick Lowe se descolgó con “I Write The Book” de los nunca suficientemente reivindicados Rockpile.
Una velada para enmarcar y en la que creo que todos los asistentes salimos con evidente sonrisa de satisfacción. Sin duda necesitamos menos ‘bolazos’ y más ceremonias de tanto buen gusto como esta.
Fotos Desi Estévez.
