Orville Peck lanzó el pasado mes de abril el decepcionante «Bronco» su segundo álbum de estudio tras su fenomenal debut con «Pony» tres años antes.
Con un EP lanzado este mismo año «Show Pony», como adelante a este su nuevo trabajo. bastante poco inspirado, el de la máscara de antaño ha sido engullido en la máquina de tamaño industrial tras fichar por una multinacional discográfica, tras lanzar un disco sin profundidad en el que destacan dos simples temas de 15 como son «Outta Time» y «Hexie Mountains».
Aquel Rey del Rodeo ha sido despojado de su atractivo sincero de un bruto curtido, aunque sensible, que transmitía también sus canciones hace solo tres años con esa voz increíble, cruzando un espacio que evocando a los fantasmas de Elvis, Orbison o Merle Haggard.
Hay tanto talento e historias escondidos detrás de esa máscara, pero este álbum no es Orville Peck en su forma más auténtico que ha añadido a sus influencias más adyacentes al country oscuro, el surf y el mod.