«Horsepower for the streets» es el quinto álbum del británico Jonathan Jeremiah. El londinense ha dado forma y moldeado su estilo inflexible del soul en algo que se asemeja a la producción de una estrella olvidada de la década de los 70.
Ese aspecto de los años 70 se realza aún más con los arreglos de cuerdas al estilo de Bacharach y Lee Hazlewood, tiene sutiles matices de una emocionante banda sonora de espías en algunos lugares. La voz de Jeremiah, como siempre, es rica y baña al oyente de una manera reconfortante. La sensación general es la de un álbum retro pero atemporal que te brindará horas de placer auditivo.
Gran parte del nuevo álbum fue escrito en Saint-Pierre-De-Côle, el campo más allá de Burdeos, durante los descansos de la primera gira de Jeremiah por Francia. Fue grabado en Bethlehemkerk, una iglesia monumental renovada en Ámsterdam Noord, con la Ámsterdam Sinfonietta, una orquesta de cuerdas de 20 piezas.
Jonathan comparte la historia detrás de cada canción y habla sobre escribir gran parte del álbum en la campiña francesa, así como en Londres durante el encierro. Porque a pesar de todos los vínculos con el viejo mundo, cuando escuchas las calles implícitas en el título, las asocias con las de la ciudad de Nueva York a principios de la década de los 70, acompañado de una voluptuosa orquesta de cuerdas de 20 personas, llevada a través de su aterciopelada voz desde el alma como Curtis Mayfield o Marvin Gaye.