Lee Rocker, contrabajista de The Stray Cats, defiende el legado de los gatos callejeros con un buen concierto en la mediana de Razzmatazz.
Si hay un grupo capaz de representar el rockabilly de manera universal, ese es sin duda The Stray Cats. La banda liderada por Brian Setzer es toda una referencia para cualquiera que tenga un buen tupé en el alma. Desde que anunciaron su separación en 1993, y salvo las reuniones puntuales y la aparición de “40”, la actividad de la banda sobre los escenarios es nula desde 2019. Pero la vida continua, y la droga del directo sigue en las venas de sus músicos. Ninguno de ellos se ha sentado en una playa paradisiaca a vivir de las rentas y los tres gatos salen de vez en cuando a dar una vuelta por nuevos vecindarios. Y Lee Rocker no es una excepción.
Es conocida la prolificidad de Brian Setzer, quizás porque el guitarrista ha sido considerado como la imagen y líder del grupo. Pero Lee Rocker, el carismático contrabajista de la banda, no se ha quedado quieto durante estos años. Tras presentar “Gather Round” en 2021, ha estado girando presentando su música allí donde se han interesado por ella. Pero es el legado de The Stray Cats el que todo el mundo espera en sus conciertos, y quien se acercó buscándolo la noche del martes Razzmatazz 2, salió complacido.
Sin teloneros que amenizaran la espera, la sala aguardó hasta el último minuto para ofrecer su mejor cara. En el escenario una pantalla iba proyectando un poco de autobombo para invitar a comprar en el merchandising. Una introducción de unos cinco minutos sobre The Stray Cats fue la señal que dió pie al inicio del concierto. Y el cuarteto comenzó a tomar posiciones, Larry Mitchel en la batería, Joey Eights al teclado y Buzz Campbell dirigiendo con las seis cuerdas. Y en el centro de todo un gran contrabajo esperando impaciente a Lee Rocker.
El inicio del concierto fue simplemente demoledor. Encadenar “Stray Cat Strut”, “Runaway Boys” y “Built For Speed” conforma una mano ganadora. Pero eso tiene el ligero inconveniente de crear unas expectativas demasiado elevadas al ritmo del recital. Aunque si alguien ha escuchado su reciente directo “The Low Road” ya podía hacerse una idea de lo que vendría después. “Gather Road”, uno de los pocos temas propios que mostró en el repertorio, mantuvo el ritmo inicial antes de que Lee Rocker se dirigiera al público.
Tras agradecer a todos los presentes que estuviéramos allí decidió hacer un viaje musical hacia donde todo comenzó. “That ‘s Alright Mama” y “Blue Moon Of Kentucky” nos trasladaron a los cincuenta a buen ritmo hasta la siguiente etapa del viaje. Lee Rocker nos recordó que él fue uno de los amigos que se unió a Carl Perkins para grabar un tremendo directo junto a Clapton, Harrison o Ringo Starr entre otros. Con una presentación así el tema no podía ser otro que “Honey Don’t”. Tras simular el arranque motorizado del contrabajo, comenzó la parte más acústica del concierto con un tema como “Miracle in Memphis”.
El magnífico instrumento volvía a reposar en el suelo para darle un descanso. Lee Rocker se colgó la guitarra acústica y sentado sobre el contrabajo, tocó “The Last Offline Lovers”, un tema dedicado a su mujer, acompañado por el acordeón de Eights. “Memphis Freeze”, “City Of New Orleans» y una versión de “Ophelia” de The Band ,en la que presentó a la banda, completaron el tramo más relajado del viaje. Muy bien ejecutado, supo a poco si lo comparamos con el inicio del concierto. Pero aún había tiempo de remontar el vuelo, y Lee Rocker es un gato resabiado que sabe cómo. Tan sencillo como retomando su contrabajo y sacando del baúl de los recuerdos “When Nothing’s Going Right”.
Quizás motivado por ligeras molestias en el antebrazo, decidieron un cambio en el repertorio previsto para tocar el clásico “Good Rocking Tonight”. Aunque viendo el solo de contrabajo que se marcó dudo que hubiera ningún problema físico. Otro que le sacó fuego a las cuerdas durante el tema fue Buzz Campbell. Tras esa apariencia seria tuvo grandes momentos a lo largo del concierto con los que demostró su calidad como guitarrista. “I Won’t Stand In Your Way” puso el tono melancólico antes de comenzar el fin de fiesta de la mano de “Bulletproof”. No pudimos ver la imagen de Lee Rocker subido en su contrabajo, pero sí “colgándose” como si fuera una guitarra en la trepidante “Rumble In Brighton”.
Para terminar de poner la casa patas arriba Carlos Segarra hizo aparición en el escenario. Es conocida la admiración y el respeto que ambos músicos sienten el uno por el otro y dieron muestra de ello en “Fishnet Stockings” y “Rock This Town” . El último disparo que sonó como bis fue “Rock Billy Boogie” antes de que los chicos se marcharan prometiendo que volverían en breve para repetir la experiencia.
Y con ellos, más de uno que aún tenga un tupé o una pin-up aunque sólo sea en el corazón. Ni que decir tiene que el legado quedó sobradamente defendido, pero la parte más acústica le restó un poco de intensidad. Lee Rocker sigue en forma y sería genial poder ver de nuevo a The Stray Cats una vez más, pero por el momento no parece que hayan planes con ese fin. Mientras tanto habrá que seguir merodeando atentos a que los gatos callejeros se junten y monten jaleo en Brighton. O mejor, en tu ciudad.
