Lyndon Morgans debuta en solitario con «Of Gods And Man». El disco ha sido editado en Junkyard Songs y es primer álbum del compositor galés bajo su propio nombre. Antes, publicó ocho álbumes bajo la identidad de Songdog, dúo de culto formado junto a Karl ‘Pod´Woodward. Su compañero en Songdog da el toque de mellotron en muchos de los temas y también diseñó la portada. Otros músicos invitados son Mathew Conner (batería), Colleen McCarthy (coros) y Alex Franklinos, que además de producir se encarga del bajo. El disco se grabó en el estudio Shrunken Heads, en el sur de Londres
Escucha «Of Gods And Man» de Lyndon Morgans aquí:
Songdog es un histórico dúo galés no muy conocido por tierras españolas, pero con discos exquisitos que han despertado la admiración de grandes como Bruce Springsteen y Robert Wyatt, que les han alabado en más de una ocasión. Su folk intimista con tintes psicodélicos ha recibido excelentes críticas en Uncut, Mojo y Americana UK, entre otros. Hace unos días visitaron nuestro país, con una fecha única en Santander.
El cambio de nombre viene por la intención de usar el mellotron a tope durante todo el disco, con un resultado muy diferente al sonido Songdog. Esto, unido al salir de un largo encierro, hicieron que todo pareciera un nuevo comienzo, así que decidió usar su propio nombre en lugar del de la banda. Karl, miembro de Songdog desde el principio, no tuvo ningún problema con el cambio de nombre. Es más, se involucró en este disco como en cualquiera de los otros.
A lo largo de las 15 pistas del disco, Lyndon continúa su exploración de sus temas favoritos: el paso del tiempo, el amor perdido, el sexo y el hacerse mayor. Un montón de chicas desfilan por las canciones. Amores que fueron y que pudieron ser, éxitos y fracasos. La vida misma, sin romanticismos; en unos temas costumbristas y muy británicos. «Between Punk And Thatcher´s Fall» es un ejemplo perfecto del espíritu del disco. La nostalgia de los mejores años de la vida:
«He estado reviviendo esos tiempos con Iris, ella quemó lo mejor de todos nosotros. He estado sumergiéndome en los restos de aquel tiempo. ¿todavía conservas aquella Les Paul? Los años que amo han terminado, estoy en una racha perdedora permanente, mi primer infarto está cerca y todos mis viejos huesos crujen. Pero si tuviera dinero, lo apostaría todo a aquellos locos y maravillosos años entre el punk y la caída de Thatcher».
Uno de los discos más bonitos del año, perfectos para escuchar al calor de la chimenea.