Inicialmente programados Airbourne en Sant Jordi Club era previsible el cambio de sala a una más coherente Razzmatazz, con un aforo más ajustado a la propuesta de los australianos.
Quizás el subidón de abrir para Iron Maiden en julio pasado y el el Estadi Olimpic hizo pensar en dar el salto a grandes salas pero seamos realistas, de la sobredosis de energía y los trucos de romper la lata de cerveza en medio del público no se puede estar viviendo toda la vida.
Que Airbourne son el tan anhelado relevo parece evidente, pero por ese motivo y por que no se queden con el adjetivo de ser una copia de sus consagrados paisanos, creo que se les debe exigir un poco más en su propuesta de show. No quiero decir que no hicieran un buen concierto, todo el mundo salió con las pilas hiper cargadas, pero nos gustaría una evolución que los hiciera subir un escalón más por que se lo merecen.
Con los suecos Blue Pills, las dos veces que los hemos visto nos ha pasado al revés que con Airbourne; siempre hemos pensado lo que sería un concierto de ellos en una sala más pequeña y como grupo principal.
El estilo blues rock más dinámico y con más matices que aporta la vocalista Elin Larsson nos hace fantasear con conciertos en sitios más acotados y con una proximidad hacia la banda más estrecha. Dicho esto, solo constatar que Blue Pills son el tipo de grupo al que deben temer los artistas si deciden contar con ellos para abrir sus shows, pues el carisma de la banda y rollo que llevan te pueden hacer daño. En definitiva, gran noche de descarga hard rock blues en Almogavers 122.
Texto y fotos Desi Estévez.
