Alter Bridge, acompañados de Halestorm y Mammoth WVH, llenaron de riffs una sala Razzmatazz de Barcelona que rozó el sold out.
Tres años han tardado Alter Bridge en volver a llenar Razzmatazz. En ese periodo, además de sufrir la pandemia como todos, sus dos cabezas visibles no han parado de trabajar. Myles Kennedy ha puesto su voz en su último trabajo en solitario y como uno de los conspiradores de Slash en su cuarta colaboración. Por su parte, Mike Tremonti se descolgaba la guitarra para dejar aflorar su lado crooner con un disco de versiones de Frank Sinatra.
Pero la química entre ambos es evidente y su criatura común necesitaba una nueva etapa. “Pawns and Kings” representa el séptimo trabajo de la banda y la excusa perfecta para reencontrarse con su variopinto público. Además, Alter Bridge ha tenido siempre la virtud de rodearse con excelentes compañeros de gira. En esta ocasión venían acompañados por Halestorm y Mammoth WVH.
Viendo lo llena que estaba Razzmatazz a primera hora sólo confirmaba el tirón y la curiosidad que el apellido Van Halen despierta. Y es que la leyenda de la guitarra se prodigó poco por este país. Así que esta primera visita daba alas a quien suspiraba por ver algún homenaje, por pequeño que fuera, a su padre tocando algún tema clásico. Era una remota posibilidad que al final no se produjo. Y fríamente, me parece lo correcto. La sombra de su padre, para quien quiere iniciar una carrera propia, puede servir para abrir puertas y vender discos, pero también puede ser una pequeña losa.
Con una banda que demostró personalidad sobre el escenario, Wolfgang desgranó los temas de su disco de debut. Su timidez inicial fue desapareciendo a medida que este veía la reacción del público. “Mammoth” fue la encargada de arrancar el concierto, con un escenario sorprendentemente oscuro. La primera ovación llegó tras el tapping del solo de “Mr. Ed” en el que Wolfgang nos hizo evocar a su padre y la técnica con la que se le relaciona. Quizás fuera ese el punto en que el debutante se liberase de tensiones, porque a partir de aquí se le vio disfrutar sobre el escenario.
Lleva la música en las venas y ha tocado todos los instrumentos en el disco, así que le supuso poco esfuerzo situarse tras el teclado para “Epiphany”. Presentó “Think It Over” como el tema favorito de su padre, pero donde la sala se vino abajo fue con “Distance”. La carga emotiva de la canción hizo que el público iluminara la sala con sus móviles y le dedicara a Eddie una sentida ovación al terminar. Con “You’re To Blame” y “Don’t Back Down” dieron por terminados los 35 minutos de los que disponían. Sabe que su apellido pesa, y que es imposible que llegue donde su padre (difícilmente nadie lo hará), pero está claro que ha venido para trabajar sin que le regalen nada.
Llegaba el turno de Halestorm. Tenía muchas ganas de ver a Lzzy Hale en directo por primera vez y disfrutar de su tremenda voz. Y no defraudó para nada. Esa garganta es un auténtico prodigio y su último trabajo “Back From The Dead” contiene temas muy sólidos. Así que esa combinación no podía decepcionar. Su carta de presentación fue la demostración fehaciente del poder de sus cuerdas vocales empezando a capella “The Steeple”. Para cuando la banda entró, todo Razzmatazz ya estaba rendido a sus pies. Los trallazos se iban sucediendo uno tras otro sin dar apenas tregua ni respiro.
De manera inteligente fueron repartiendo los temas más antiguos entre los nuevos. “Love Bites (So Do I)” o “I Get Off” ponen el contrapunto a los cortes más recientes. Pero en todos, la banda suena como un tiro. Son capaces de mejorar un tema como “Mine” gana enteros en directo desarmado de los arreglos del disco. La batería de Arejay Hale suena contundente y la golpea como si le debiera dinero. “Familiar Taste Of Poison” bajó ligeramente las revoluciones con este sentido medio tiempo.
Y llegó el momento incomprensible de su set. es innecesario un solo de batería, cuya única originalidad fue terminar con unas baquetas gigantes, cuando apenas dispones de 50 minutos. Por suerte el final con “Back From The Dead”, “Wicked Ways” y sobre todo “I Miss The Misery” nos dejó a todos con un grandísimo sabor de boca. El registro agresivo que Lzzy Hale aporta a Halestorm es perfecto, pero me encantaría poder escucharla en otros estilos. Quién sabe qué colorido podría darle a un género como el soul.
Y llegó el momento de Alter Bridge. Mark Tremonti, considerado mejor guitarrista de los ‘10, y Myles Kennedy, uno de los mejores vocalistas del rock actual, venían con “Pawns And Kings” bajo el brazo. Abrieron con “Silver Tongue”, un tema duro y potente perfecto para volar la cabeza de los seguidores que recibieron a la banda enfervorecidos. Curiosamente aunque fuera la presentación del disco, no sonaron más de tres cortes del mismo.
La banda prefirió recordar tiempos pasados para alegria del respetable. Empalmar dos temas del peso de “Addicted To Pain” y “Before Tomorrow Comes” seguro que hizo feliz a más de uno. Uno de los cortes más interesantes de su reciente trabajo es “This Is War” y en Razzmatazz sonó tan contundente como se merece. “Broken Wings” rebajó las pulsaciones con ese aire a balada épica para que con “Wouldn’t You Rather” e “Isolation” aceleraran de nuevo.
Para “Burn it Down” fue Mike Tremonti el que tomó la voz cantante en este tema que suena a Alice In Chains por los cuatro compases. El tema que da nombre al reciente trabajo tiene todos los números para ser un fijo en sus futuras giras como lo es “Metalingus”. Para demostrar que Alter Bridge también puede ser una banda sensible, nada mejor que un momento acústico. Con un par de taburetes y unas guitarras acústicas sacaron incluso algún mechero entre el público para iluminar la escena. Casi de lo mejor del concierto.
Con la clásica melodía del tema de The Beatles como introducción, Myles Kennedy inició “Blackbird”, otro de los clásicos de la banda. “Rise Today” puso el punto y seguido al concierto. Pero la gente quería y esperaba algo más. Y lo tuvieron. Tras agradecer a las bandas que los acompañan en la gira se dejaron para el final dos de sus grandes canciones “Cry Of Achilles” y “Open Your Eyes”.
No se si en mis palabras he llegado a transmitir las emociones que la banda muestra en directo. Y lo malo es que lo habré cumplido si no lo he llegado a hacer. Porque la banda lo tiene todo. Un excelente vocalista, un guitarrista de gran calidad, una base rítmica contundente y temas trabajados y con cierto gancho. Pero hay algo de ellos que no me deja conectar. Quizas sea la frialdad de ejecución de Tremonti, volví a preferir los punteos de Myles, o la falta de presencia como frontman de Kennedy.
La cuestión es que el concierto se me hizo pesado, con una banda tan profesional como insulsa. Y de nuevo me resultaron los invitados en su propia fiesta. Hace tres años Shinedown se llevó el show, y esta vez fueron Mammoth WVH y Halestorm los grandes incentivos para ir. Casi puedo decir que estoy deseoso de que Alter Bridge vuelva para ver qué teloneros les acompañan. Y seguramente volveré a estar entre el público, pero no por ellos.
1 Comentario