Grandes músicos de nuestro país han homenajeado durante una sesión histórica celebrada el 24 de enero a Malcolm Scarpa, extraordinario artista que falleció el pasado julio tras una carrera de enorme calidad y cantidad, pero escaso reconocimiento.
El concierto se celebró en los bajos de la Sala San Pol, una de las referencias madrileñas cantadas por Malcolm durante su trayectoria musical de tres décadas, desde sus años iniciales tocando en el metro de Madrid hasta su último disco, Something Like That (2015). Tres docenas de artistas de primera fila y amigos, tanto monta, monta tanto, interpretaron composiciones del genio de Pueblo Nuevo. Las 200 entradas a la venta se agotaron rápidamente ante el deseo compartido de rendir tributo a Malcolm.
Rosa Scarpa, su hermana, organizó un encuentro que congregó asombrosas cotas de talento, porque nada llega tan lejos como la pasión fraternal, unas distancias a las que nunca llegarán las instituciones. Compartieron el entusiasmo por Malcolm desde las primeras generaciones de bluesmen hasta jóvenes músicos en alza durante una sesión que se prolongó casi tres horas.
Las versiones del género blues corrieron a cargo del legendario grupo The Jokers, con el armonicista y compañero de aventuras Ñaco Goñi y uno de los impulsores del encuentro, Xulián Freire, al frente de una formación cambiante y de enorme compenetración a la hora de improvisar. Sonaron trece piezas blues, desde I,ll Be Gone hasta Mop Mop, composiciones de la primera etapa de Malcolm, y con puntas de especial emoción en la interpretación de Carmen By the Sea o En Los Bajos del Cine San Pol (con Héctor Rojo), justo donde se celebró el tributo.
Los músicos dieron lo mejor de sí mismos en el homenaje y reflejaron el esfuerzo de varias generaciones de pioneros y renovadores del género: Rafa Sideburns, Osi Martínez, Francisco Simón, Armando Marcé, Mayca Edjole, Josele Martín, Steve Jordan y Elvia Aguilar, entre otros. Tras varias canciones ejecutadas impecablemente por David Cobo y Raquel Ameba, también interpretó piezas Jorge “Flaco” Barral, otro de los pioneros con los que Malcolm compartió giras y conciertos durante años. En ese instante se rozó el delirio al entrar la velada en territorios de la psicodelia, espacio sonoro que también dominó a la perfección Malcolm.
Junto a ellos, otros nombres destacados del panorama musical fueron Pablo Solo, Héctor Oliveira, Jackie Revlon (llegada desde Bilbao y grandísima amiga, cuyas interpretaciones Water Pistol, Formica 2000 (en la que Malcolm se inspiró en la casa materna de la artista) o Now the Docks are Swans elevaron la temperatura emocional, ya de por sí elevada), Ramblin Edu (también de los colegas vascos, quien emocionó al respetable con La Misericordia), Juan Ferrari, Luis Prado, Luis González (Caballero Reynaldo), uno de los principales apoyos de Malcolm durante sus años de silencio, Román García, Iván Harpillo, Luca Frasca (productor de Something Like That! y excepcional teclista) entre otros. La traca final corrió a cargo de Los Estanques. Iñigo Bregel, voz y teclados; Germán Herrero, guitarra; Daniel Pozo, bajo, y Andrea Conti, batería, constituyen uno de los grupos punteros en la actualidad tras su espectacular álbum Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado (2022), quienes junto a Anni B. Sweet bordaron una decena de versiones de temas psicodélicos, progresivos y poperos. Sonaron clásiscos como Fue un Otoño Estupendo, Chasing Clouds, Eccentric Millionaire, Dinah Flow (la favorita del autor homenajeado) o el impresionante cierre: Keep in my Mind, título perfecto para el homenaje.
Blues y pop, agua y aceite; sin embargo, Malcolm Scarpa logró el milagro de unir ambos universos sonoros durante su homenaje. Estos músicos repiten la palabra “genio” al definir a Malcolm Scarpa, al igual que se reiteró en la mayoría de los obituarios publicados tras su fallecimiento. Por ejemplo, Luis DB, responsable del programa Islas de Robinson (RTVE) y presente en el homenaje, define a Malcolm Scarpa como “un bendito genio «multipolar», maravilloso y talentoso «amateur» por vocación, tan errático como sublime; el escritor y crítico musical Luis Lapuente también escribió en su día que fue un “genio distraído”; en esa misma línea apuntaba Iñigo, de Los Estanques: «Malcolm Scarpa es el gran genio incomprendido de España»; en la web Mussica, se indicaba que “Malcolm Scarpa era un pequeño genio. Discreto, quizá incomprendido por muchos aunque venerado por una selecta minoría”, mientras la prestigiosa revista Ruta 66 publicaba un lamento compartido por muchos de los músicos que ahora le homenajean: “Pensar que semejante genio se nos ha marchado en silencio, que no habrá justicia para Malcolm…”. Esta sesión servirá para que haya justicia para Malcolm Scarpa. Al tiempo.
Texto Miguel López y Fotos Ana Hortelano
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