Margo Price edita «Strays»

Margo Price edita «Strays», su cuarto disco y el segundo de su etapa californiana. En él, se aleja todavía más del country de sus inicios para experimentar con diferentes géneros más cercanos al rock. El nuevo álbum de Price llega a las tiendas poco después de la publicación de sus memorias, «Maybe We’ll Make It». Un libro donde narra sus años de pobreza y su lucha por abrirse paso en el mundo musical.

Margo y su marido Jeremy Ivey se retiraron a un airbnb de Charleston (Carolina del Sur) durante seis días, bien aprovisionados de marihuana y setas alucinógenas para componer juntos las canciones más maduras y crudas de su carrera. Un fantástico collage de historias que tratan de todo un poco. Desde el abuso de sustancias al derecho al aborto, el orgasmo femenino, la gentrificación, … Finalmente, acabaron en los Five Star Studio de Jonathan Wilson, que ejerció de productor, con su buen gusto al servicio de las canciones. Los músicos participantes son los habituales de Margo (entre ellos el español Alex Muñoz), además de invitados como Mike Campbell, Lucius y Sharon Van Etten. El sello que publica el disco es Loma Vista Recordings.

Los hongos deben haber inspirado a Margo, que prueba distintas paletas musicales dejando el disco más variado de su carrera. Una de las mayores sorpresas es «Time Machine», donde fantasea con viajar al pasado en una ligera tonadilla pop dirigida por un xilófono. Aunque «Strays» tiene su base en el country rock, toma muchos desvíos para acercarse a géneros hermanos. «Been To The Mountain», el tema que abre el disco toma el camino de la psicodelia y, por momentos, parece transitar por la autopista que construyó Jerry García a finales de los 60. Le sigue «Light Me Up», que celebra la consumación del placer sexual femenino, y se acerca al sonido de los primeros Led Zeppelin. El gran Mike Campbell pone mucho de su talento para alumbrar uno de los mejores momentos del disco.

«Radio», junto con Sharon Van Etten, comienza con una caja de ritmos y suena mucho más moderna, con una melodía que nos recuerda a Rilo Kiley. «Change Of Heart» nos trae sonidos más clásicos, cercanos a Fleetwood Mac. Una de las mejores canciones es «Country Road», donde Margo nos dice, amargamente, que vamos por la vida y el tiempo pasa sin que entendamos nada. Su voz, junto con el brillante piano de Micah Hulscher y el pedal steel de nuestro compatriota Alex Muñoz logran emocionar en una canción muy Laurel Canyon.

Tras los ecos de la siniestra «Hell In The Heartland» aparece «Anytime You Call», con la colaboración de Lucius; una especie de soul country con ecos de Beatles. En la penúltima pista de «Strays» llega uno de los temas definitivos: «Lydia», que fue uno de los singles de adelanto. Bajo un violín omnipresente, nos cuenta la historia de una mujer que espera en una clínica abortiva mientras decide si hacerlo o no, mientras piensa en su vida de mierda, viviendo en una caravana, saliendo adelante con propinas que malgasta en metanfetaminas. Una de las canciones del año 2022 para Rolling Stone, que sigue la tradición narrativa que tan bien maneja Margo.

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