Entrevista a Fino Oyonarte: «Me pregunto por qué no vivimos el momento con intensidad cuando todo se puede ir al carajo en cualquier momento»

Tuvimos una estupenda conversación con Fino Oyonarte (Los Enemigos, Glutamato Ye-Yé, Clovis) para hablar de su estupendo nuevo disco, «Arrecife». Una joya que seguro estará en la lista de mejores discos de este 2023.

“Arrecife”, canciones líquidas, canciones de amor, canciones de esperanza, canciones maravillosas. Tus letras comienzan con esa leve perturbación de lo cotidiano por una sensación de amenaza como en “Tempestad” o “Naufragar”. ¿Esta tendencia es el resultado de una convicción suya de que la mayor parte de la gente siente que el mundo le amenaza? ¿O tiene más que ver con una decisión estética, el hecho de que la amenaza contiene más posibilidades interesantes para expresarlas?

 La amenaza existe siempre, es exterior pero también interior. Son reflexiones en cierta manera existenciales. En “Tempestad” me pregunto por qué no vivimos el momento con intensidad cuando todo se puede ir al carajo en cualquier momento. Una reflexión sobre mi estado de ánimo, sobre lo que tendría que hacer y a veces no hago. “No quiero vivir adentro, renueva mi vida” decía Leonard Cohen. En “Naufragar” puede ser el resultado de una respuesta exterior por eso me planteo que no hay que ponerse condicionantes para sentirte libre a la hora de crear. Trata sobre el arte, la música, hacer las cosas por amor al arte sin condiciones. Hacer las cosas por el gusto de hacerlas, sin miedo.

«En “Tempestad” me pregunto por qué no vivimos el momento con intensidad cuando todo se puede ir al carajo en cualquier momento. Una reflexión sobre mi estado de ánimo, sobre lo que tendría que hacer y a veces no hago»

“Sueños y tormentas” tu primer disco en solitario y “Arrecife” comparten esa mirada hacia el interior con muchísimas imágenes de diferentes etapas de tu vida. A pesar de la pérdida de tus padres, sientes alegría y regocijo al escucharlas. ¿“Estos años” de tu primer disco, resumiría lo que es ahora “Arrecife?

 Hay mucho que rascar ahí adentro y es lo que he tratado de hacer. Quitar capas para ir descubriendo mi voz propia. Eso tienen en común estos dos discos. Me sorprende gratamente que dos canciones tan íntimas y personales provoquen esa sensación de alegría. Muchos vivimos situaciones parecidas. Para mí, era una muestra de amor y agradecimiento a mis padres. Con respecto a “Estos años” era el inicio, la puerta que habría este camino: las ilusiones para combatir la nada – como diría Emile Cioran–, los sueños, hacer realidad lo que te propongas, empezar de nuevo, la búsqueda interior, vivir el presente.

 ¿Qué te aportaron y qué buscabas César Verdú en la producción y los arreglos de cuerda de Philip Peterson?

César ha sido mi apoyo incondicional, se implicó desde el primer momento y es la persona en la que más confío y que me ha ayudado en todo momento. Ha estado siempre buscando lo mejor de mi interpretación y en general para las canciones. César ha aportado su sabiduría como ingeniero de sonido y su intuición y talento artístico como músico y productor. Él ha sido fundamental en estos dos discos y se lo agradezco de corazón.

Phillip Peterson es un arreglista muy intuitivo y un chelista excepcional que disfruta creando arreglos y armonías que suele trabajar con artistas y grupos de la talla de Lana del Rey, Nada Surf, Campesinos, Lorde…. Todo lo que me ha propuesto ha funcionado de maravilla. Ha aportado una riqueza armónica de una belleza muy sutil. Para mi, ha sido una suerte que se haya implicado gracias al apoyo incondicional y amistad que tenemos mutuamente con Daniel Lorca (Nada Surf) y que le hayan gustado mis canciones.

 Tus canciones son una manera de intentar contactar con los tuyos ¿Te ofrece la composición un medio más directo de conectar con su pasado?

 En muchas de ellas intento contactar conmigo mismo, jajaja. Si te refieres a las canciones de mis padres son el agradecimiento por el amor que me transmitieron. Ciertas imágenes, recuerdos y rasgos de su personalidad.

«Soy una persona extrovertida y animada pero también con un mundo interior intenso a veces tortuoso. Hay que controlar y calmar al monstruo que hay dentro y esta es una buena forma de hacerlo»

 ¿Crees que “Arrecife” es una comunión entre dos Fino Oyonarte, el más íntimo y el más comunitario? ¿Cómo inspiran el dolor y la ausencia de un ser querido?

 Quizá es un intento de conocerme más a mi mismo. Soy una persona extrovertida y animada pero también con un mundo interior intenso a veces tortuoso. Hay que controlar y calmar al monstruo que hay dentro y esta es una buena forma de hacerlo. El duelo es inevitable y sano. Con “Amor” se dieron la mano unos acordes con unas frases y sentimientos que había escrito para desahogarme sobre mi madre. Con “La vida es un sueño” no pude acabarla hasta que encontré esa frase. Durante tres meses fui muy obsesivo; solo tuve que relajarme y dejarlo marchar.

 El disco tiene una fuerte y disruptiva presencia esperanzadora ¿Fue intencional?

 Estoy sorprendido de la respuesta por parte de la gente y los medios que han escuchado el disco por ese tipo de sensaciones que les transmite. Creo que era un deseo escondido o no muy evidente pero ahora me doy cuenta que al compartirlo con la gente y apreciarlo esa sensación estaba ahí. Muchas canciones mantienen cierta melancolía, pero en otras hay luz y transmiten ganas de salir delante, de vivir con ilusión y más aún después de estos años que hemos pasado tan oscuros.

 La cara y cruz de la moneda. ¿Ese es el espíritu que te ha inspirado el disco? ¿Tan mal estamos y vamos a peor?

 En el primer disco jugué mucho con los opuestos, forma parte de nuestra cultura, quizá del ser humano, el bien y el mal, el yin y el yang, está en la literatura, en la filosofía, las religiones… Es una figura muy recurrente aunque en esta ocasión he intentado abrazar lo positivo. El espíritu que me ha inspirado ha sido el deseo de vivir y hacer algo creativo. Por otro lado, no estamos nada bien, creo que a todos nos ha afectado la pandemia y está teniendo sus secuelas. Confío en que la bondad de la gente se impondrá a la tiranía y al abuso de poder pero estamos viviendo momentos difíciles y de incertidumbre.

 ¿Dónde se vivirías mejor en las ruinas del embarcadero, bajo el arrecife o sobre las rocas?

 Todas son imágenes poéticas y bellas de la costa de Almería, de Cabo de Gata, de Aguamarga, del paso del tiempo, un continuo viaje de ida y vuelta para vivir el presente y reencontrarme con el pasado. Siempre es un gusto volver. Viviría sobre las rocas con el mar y el horizonte a la vista. Bajo el arrecife solo para descansar eternamente.

 ¿Cómo serán las presentaciones en directo de «Arrecife»? ¿Habrá algo especial?

 De momento haré conciertos con acústica y piano. Para mí, ya de por sí son especiales. Cuando me lo pueda permitir también haré conciertos con banda. Y si es posible con una orquesta de cámara. Algo especial sería tocar en el Auditorio de Jameos del Agua en Lanzarote. Soñar es gratis y algunas veces se cumple.

 ¿Fuera de la música cuáles son tus influencias en literatura, cine u otras artes?

Puedo decir que me gustan  Raymond Carver, Kafka, Natsume Soseki, Lucía Berlin, Emil Ciorán, Dostoiveski, Fernando Pessoa, Luis Cernuda…Me gusta el cine de David Lynch, Bergman, “Los 7 samurais” de Akira Kurosawa es una pasada, “Harakiri” de Masaki Kobayashi, Stanley Kubrik especialmente “2001 Una odisea en el espacio” o “El tesoro de sierra madre” de John Houston.  En fotografía, Mapplethorpe, Weegee y en pintura y escultura, Kandisky, Dubuffet, Modigliani, Abraham Lacalle…

«La televisión es otra historia; que se aprovechen unas productoras, sellos discográficos y unos cuantos artistas de la dimensión que les proporciona la televisión pública es de vergüenza»

 ¿Cómo estás viendo el panorama musical y cultural en la actualidad? ¿Crees que tras la pandemia y su crisis, se ha perdido creatividad musicalmente hablando?

 Intento oír de vez en cuando grupos nuevos pero hay muy pocos que me emocionen especialmente. Me gustan Cate Le Bon, Dry Cleaning, José Gonzalez, Los Punsetes, Cala Vento, Carolina Durante con su directo tan energético, Adiós Amores, Daga Voladora.

Si tuvieses que elegir un tema o varios de Los Enemigos como tuyo, ¿Cuál sería el que mejor te definiría?

 Solo te puedo decir que mi canción favorita es “Miedo”.

 ¿Quién está matando a la música en directo en pequeñas salas en nuestro país, la industria, los piratas, la televisión… nadie? ¿Qué es lo que está fallando?

 El año pasado todo el mundo salió a tocar y estuvo bien. Los Enemigos llevábamos dos años tras la salida de “Bestieza” para poder presentar decentemente nuestro nuevo disco sin limitaciones. También como público todos estábamos deseando disfrutar e ir a conciertos… Dicho esto, creo que la burbuja que se está creando de festivales y la ayuda a estos podría compensarse con la ayuda a una red de salas, clubs y teatros que son la base para una cultura de música en directo potente donde puedan coexistir grupos y artistas de diferentes estilos, tendencias y popularidad.

«Hay que ser críticos y no ponérselo fácil. Hacen falta contenidos potentes para disfrutar y reflexionar»

La televisión es otra historia; que se aprovechen unas productoras, sellos discográficos y unos cuantos artistas de la dimensión que les proporciona la televisión pública es de vergüenza. En unos pocos años pueden estar cobrando unos cachés brutales por el hecho de ser famosos. Pero eso es otra historia… en lo que respecta a la música de calidad hay que mantener una base sólida de salas compatible con grandes eventos en festivales.

 ¿Posee aún el rock la fuerza necesaria para cambiar estos tiempos cada vez más efímeros?

 El rock no va a cambiar el mundo pero sí puede hacer que se cuestionen cosas, no vamos a ser condescendientes con el poder y su manipulación. Hay que ser críticos y no ponérselo fácil. Hacen falta contenidos potentes para disfrutar y reflexionar.

 ¿Podrías recomendarnos algún autor literario, grupo o artista que te estén emocionando últimamente?

 Últimamente he descubierto “El llano en llamas” y “Pedro Páramo” de Juan Rulfo y “Polo sur: relato de una expedición noruega a la Antártica del Fram (1910-1912)” de Roald Amundsen. De siempre “Diarios” y “1971” de Rafael Berrio y “I Have Nothing to Say to the Mayor of L.A.” de Dean Wareham

  Necesitamos más gente como tú, Fino. Hay que avanzar, y no pienses más, camina y déjate llevar con “Arrecife”. Muchísimas gracias.

 Hay que seguir adelante y no perder la ilusión. Gracias a vosotros. Un abrazo.

fino3

Entrevista realizada por Javier Casamor y Carlos Pérez Báez.

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