La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Una de las bandas más grandes que parió el planeta tierra, The Eagles, fue comandada con mano de hierro por sus dos fundadores, Glenn Frey y Don Henley, músicos de leyenda a la altura de cualquier binomio creativo de la historia del rock que os venga rápido a la cabeza.
Pero si hablamos de la carrera en solitario de las cuatro águilas originales ( y dejamos para otro día los posteriores y no menos enormes Don Felder, Joe Walsh y Timothy B. Schmit), sin duda mi disco favorito es «Natural Progressions» de Bernie Leadon ( en colaboración con Michael Georgiades).
Las carreras al margen de la banda madre de Frey y Henley, si bien son super disfrutables, se olvidaron casi de manera completa del Country Rock que ellos elevaron a otra dimensión, centrándose en el Rock ochentero de menor calidad pero gran éxito comercial. Los dos primeros LP de Meisner suponen una grata sorpresa: nada ambiciosos, es precisamente esa falta de grandes pretensiones lo que les confiere una frescura que dura aún hoy en día.
Lo de Leadon es otra cosa: magia pura, con la ayuda a los controles del superlativo Glyn Johns, con una instrumentación a la altura de los mejores álbumes de la factoría Asylum y canciones que te envuelven y no te abandonan.
Grabado en las montañas de Santa Monica, fue el canto del cisne de un músico que después de abrir camino y sentar cátedra con Hearts & Flowers, Dillard & Clark, Flying Burrito Brothers y The Eagles pasó a un cómodo segundo plano como músico de sesión y acompañante en proyectos de colegas como Chris Hillman. Welcome to the Hollywood Waltz…!!!
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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