Murió Harry Belafonte, legendario cantante de calipso, actor y activista político a los 96 años este pasado 25 de abril. «El Rey del calipso» primero dejó su huella como cantante de club nocturno.
Inicialmente comenzó su carrera como cantante en el Royal Roost de Nueva York e hizo su debut discográfico en 1949 en Roost Records. Pronto desarrolló un creciente interés por la música folk estadounidense. Miembro de lo que se conoce como el “club EGOT” (ganó los premios Emmy, Grammy, Oscar y Tony),
Belafonte fue una de las mayores figuras del espectáculo y de la política en los Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX. El primer músico en la historia en vender un millón de álbumes se ha ido. Pero no así su legado. Cercano a Mandela y Fidel Castro, militante histórico en contra del bloqueo, colaboró en introducir el hip hop en la isla y visitó varias veces Venezuela con su amigo Danny Glover.
Luego del ataque a las Torres Gemelas, no dudó en decir que no veía diferencia entre el terrorismo islámico y el del presidente George Bush. «Calypso» fue el primer disco en vender un millón de copias en un plazo de menos de un año. “Day-O (The Banana Boat Song)” fue un éxito instantáneo. Hoy sería sorprendente que un éxito mundial sea en realidad una canción de trabajo, como los spirituals durante la esclavitud o las canciones de arado y ordeñe. Canción folklórica de origen jamaiquino, más cercana al género mento que al calipso (en realidad éste es más de Trinidad y Tobago), la letra de «The Banana Boat Song» retrata la explotación de los trabajadores durante el estibe de un barco cargado de bananas, la espera del pago para regresar a casa y el temido peligro de las arañas acechando entre los cachos.
Harry Belafonte cantó todo y bien: folk, blues y jazz. Canciones en hebreo y también en español (mucho antes de que Ricky Martin le «enseñara» al mundo contar en castellano). Y se acercó a la política con su arte. En sus discos grabados en vivo en el consagratorio Carnegie Hall (éxitos totales de venta) dio a conocer ante públicos masivos a cantantes como Odetta (favorita de la activista Rosa Parks) o a la sudafricana Miriam Makeba.
Pero pronto el macartismo de la época no toleraría que apadrinara financieramente a Martin Luther King. Belafonte pagó la fianza para sacarlo de la prisión en una oportunidad, así como un seguro de vida para su familia, que desgraciadamente se haría efectivo en 1968. Apenas unos años antes, el film Island in the Sun (con guión de Alfred Hayes, autor de la novela Los enamorados) fue prohibido en varios estados del sur por sugerir una relación entre el personaje de Belafonte y el de la actriz (blanca) Joan Fontaine. Luego de algunos títulos notables como Carmen Jones (una versión de la ópera Carmen interpretada por actores afroamericanos) y el noir Odds Against tomorrow (con música del Modern Jazz Quartet), con el tiempo se iría retirando de la pantalla grande.
En 1968, un especial de TV de la NBC de la cantante Petula Clark con Belafonte como invitado causó conmoción nacional. Mientras cantaban a dúo «On the Path of Glory» una canción anti-Vietnam, la cantante lo tomó levemente del brazo. Chrysler Corporation, patrocinador del programa, intentó pedir otra toma, ésta vez sin contacto físico, por miedo de una reacción racial en los estados sureños (como había ocurrido con Island in the sun). Clark se negó y el programa, que se emitió cuatro días después del asesinato de Martin Luther King Jr., fue elogiado y aún hoy es recordado como uno de los momentos más intensos de la TV estadounidense.
En 1985 Belafonte fue uno de los organizadores de la famosa canción multi-estelar «We Are the World», que juntó fondos para combatir la hambruna en África. En Sudáfrica dirigió una campaña contra el apartheid en Sudáfrica y se hizo amigo de Nelson Mandela. También continuó viajando a Cuba donde abogó personalmente ante Fidel Castro por una apertura cultural más amplia de “músicas foráneas” logrando que el hip-hop entrara en la isla, hecho por el que aún se le reconoce en Cuba.
Una de las veces que viajó a Venezuela con el actor Dany Glover, sostuvo ante Hugo Chávez que George W. Bush era «el mayor de los terroristas» por la invasión de Irak de 2003. Aunque siempre a favor del Partido Demócrata, fue de crítico de Barack Obama por las detenciones en la Bahía en Guantánamo. Casi al final de su vida, el color de la piel, negra o blanca, seguía sin resultarle determinante. Criticó a Jay-Z y Beyoncé en 2012 diciendo que “le dieron la espalda a las causas sociales”. Y agregó: “Dénme a Bruce Springsteen y hablemos: realmente creo que él es negro”. DEP.