Mad Max hicieron parada en la madrileña sala Silikona el pasado 2 de Abril celebrando su cuarenta aniversario y presentando su último trabajo «Wings Of Time». El poder de convocatoria brilló por ausencia entre el público madrileño, escasas treinta personas nos dimos cita para alentar dicha conmemoración. Domingo, fútbol, conciertos dispares, víspera de días vacacionales… no vamos a buscar excusas, el caso es que Madrid no estuvo a la altura de la visita de una banda de la talla de Mad Max. Con todos los artilugios preparados se subían al escenario los capitanes Axel Kruse a la batería y el guitarrista Jürgen Breforth escoltados por la joven voz de Julian Rolinger, Fabian Ranft al bajo y Dethy Borchardt a la guitarra solista.
No debe de ser tarea fácil ofrecer un concierto con una desolada sala, aún así los teutones pusieron todo el empeño por complacer a los asistentes. Articularon un listado de temas compuesto por un inicio rememorando sus primeros trabajos «Burning The Stage», «Starcrossed Lovers», «Rollin Thunder». «Days Of Passion» mostraban a unos Mad Max actuales para no tardar en volver a su época dorada con «Stormchild» y «Heroes Die Lonely». El concierto transcurría entre bromas, risas, obsequio de púas por doquier, poses para deleite de los que quisieron fotografiar. Una competente actitud con música de fondo al son de «Ladies An Gentleman», «Wild And Seventeen». Idas y venidas a una extensa discografía rescatando temas como «Fly Fly Away», «Fallen From Grace», «Lonely Is The Hunter», «Hearts On Fire». El sonido no fue de lo más halagüeño dejando entrever la necesidad de una mayor potencia vocal. Aún así los solos de guitarra de Mr. Borchardt fueron de gran interés.
Retomaron la presentación de su último trabajo con «Too Hot To Handle» para iniciar la recta final del concierto. «Beat Of The Heart» y «Thoughts Of A Dying Man» ensalzaron la esperada versión de Sweet «Fox On The Run» para culminar con «Nigth Of Passion». Alrededor de una hora y veinte minutos para dar un escueto repaso a una dilatada carrera donde prevalecieron temas de sus tres discos «Nigth Of Passion», «Rollin´ Thunder» y «Stormchild». Alabanza al hard rock ochentero, los actuales Mad Max se mantienen pertinaces en dinamizar, proteger y poner en valor el legado de una formación que se resiste a abandonar.
