Sinceramente, me cuesta recordar un álbum donde participen tantos invitados ilustres y no sea un disco tributo de chichinabo de esos que circulan por ahí. Y es que el primer trabajo de Mike Watt en solitario, tras su paso por bandas como Minutemen o Firehorse, y su reciente divorcio de la bajista Kira Roessler (Black Flag) reunió a lo más granado del panorama alternativo de principio de los noventa.
‘Ball-hog or tugboat?‘ (1994) cuenta, entre otros (agárrense los machos) con la aparición de Eddie Vedder, Frank Black, Meat Puppets, Evan Dando, Mark Lanegan, Gary Lee Conner, J Mascis, Kris Novoselic, Lee Ranaldo, Thurston Moore, Dave Pirner, Epic Soundtracks, Pat Smear, Anna Waronker, Beastie Boys, Bernie Worrell, Flea, Dave Grohl, Nels Cline y un porrón de ellos más.
Con el eclecticismo que ha caracterizado siempre la carrera de Watt y mucho antes de enrolarse como bajista en la versión festivalera de los Stooges que el astuto Iggy Pop pergeñó para este siglo, en este elepé, que disfrutó de cierto éxito y varios singles publicados (Big train, Against the 70’s o Piss bottle-man) nos encontramos multitud de estilos: Hardcore, rock, punk, funk, jazz, pop y una fascinante versión de ‘Maggot brain’ que cierra de modo sorprendente una de esas rarezas que dieron lustre a aquella añorada época…
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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