Rickie Lee Jones, una de nuestras singer-songwriter favoritas, se enfrentaba a principios de 1980 al reto más complicado que tiene que hacer frente una artista en su carrera : el siempre temible segundo disco. Una de esas pruebas hercúleas que separa el grano de la paja, a los músicos correctos de las leyendas. Un álbum de debut no sólo funciona como presentación en sociedad, sino que es también la vía de escape de un cancionero que muchas veces se ha gestado en un largo lapso de tiempo, que ha podido trabajar, madurar y entender hasta dar el paso definitivo.
El segundo es otra cosa, una prueba mucho más exigente. Acabada de aterrizar en el complicado mundo del “show business”, la banda o solista tienen que simultanear giras, entrevistas y otras distracciones con la composición de canciones y la entrada en el estudio para testar las nuevas composiciones. En el caso de Rickie el resultado fue supremo: “Pirates” se convirtió de manera instantánea en su mejor trabajo.
Después de que su primer álbum llegara al tercer puesto en la lista Billboard de ventas, de ser portada en “Rolling Stone “ y conseguir un Grammy al mejor nuevo artista, la cantautora de Chicago se encaminó a los Warner Bros Recording Studios de North Hollywood para apuntalar todo lo mostrado en “Rickie Lee Jones” (1979). Con la ayuda de un “dream team” de músicos en el estudio, el disco supura madurez y sensibilidad, mucha sensibilidad.
Envuelta en beatnick jazz, bebop, melodías de Broadway , soul y pop; Rickie exorciza demonios como su adicción a la heroína o la ruptura con Tom Waits, uno de los ejes del L.P. Su voz y el piano serán los grandes protagonistas de un disco tan ecléctico como especial.
El siguiente paso llega tres años más tarde con “The Magazine” (1984), cuyo mayor logro (a parte del maridaje de mezclas sonoras marca de la casa) es no sucumbir a los cantos de sirena de los 80’s, evitando baterías electrónicas, sintetizadores fagocitadores y estridencias varias. Después del relámpago inicial, Rickie Lee Jones inaugura una etapa discográfica de total solidez que dura hasta nuestros días, sin ningún resbalón que le tengamos que tener en cuenta…
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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