Abrió la noche Peter Barbee, que es su nuevo bajista de gira tras la salida de Adrian Marmolejo. Con su proyecto Among Savages ha editado un par de trabajos interesantes de los que presentó un puñado de canciones, desde “New York City”, de su álbum de 2012 –donde narra su llegada a la gran manzana por primera vez tras crecer en una zona de los Apalaches a uno de sus últimos singles, “White Flashes”. Un proyecto interesante que pierde muchos matices al presentarse en solitario.
La coincidencia con el concierto de Marah era un inconveniente importante para Early James, no corren tiempos buenos para la competencia, ya que el público es el que hay. Pero, finalmente, el ganador fue Early. Desde el comienzo con “Harder To Blame” vimos que estábamos ante un bolo grande. Él y su banda tocan como si hubieran estado una década girando por el mundo, fluyendo con naturalidad durante todo el concierto y recreando los sonidos de los discos con una facilidad asombrosa.
Early es uno de los vocalistas más grandes del momento. Su fuerte tonalidad nunca flaquea, impresiona y se apodera por completo de todo el Rock & Blues. Suena como alguien realmente veterano, con una templanza y poso que no son de este mundo, encajando a la perfección con el espíritu de su música. No sorprende que pueda grabar discos en un par de días. La primera toma puede servir. También su toque con la guitarra es destacable, sobre todo su pericia en el uso del trémolo en muchas de sus canciones.
Con un repertorio basado en sus dos fantásticos LPs, creó un ambiente familiar e íntimo, demostrando que sabe cómo manejar un escenario. Una complicidad que solo estuvo a punto de romperse cuando hizo acto de presencia el típico borracho que fue invitado a alejarse del escenario por la crew del local. Y es que en Zaragoza cuidan la música por encima de todo. Por algo se han convertido en una de las mejores salas del país por su variada oferta y su respeto por la buena música.
El de Alabama está ganando popularidad en USA tras girar hace unos meses junto a Band of Horses y The Black Keys –una gira que no le acabó de convencer, se sentía fuera de lugar-. Compararlo a Tom Waits, sin ser lo más adecuado, nos da una idea del espectáculo. Sin tener la excentricidad de Tom, Early es un músico atemporal y profundamente conocedor de toda la tradición blues/ folk/ jazz/ country. Y todo suena a él, ya sea la tropicalia acústica de «If Heaven is a Hotel», el soul pantanoso de «Wasted and Wanting» o el blues moderno de “Blue Pill Blues”. Solo echamos de menos ese fantástico acercamiento al jazz que hace en «Real Low Down Lonesome», que tan bien interpreta en su último disco con Sierra Ferrell.
Dice Dan Auerbach. “Su escritura es tan idiosincrásica; no hay una canción que se parezca a algo que hayas escuchado antes. Pero también hay algo en su sonido que se siente tallado en piedra, como si fuera de otro tiempo, es una mezcla muy extraña”. Ahí es donde aparece la influencia, nada usual en la escena del Americana, de Fiona Apple.
Para cerrar, Early se queda solo en el escenario para versionar el «Don’t Think Twice, It’s Alright» de Bob Dylan y dejarnos con la sensación de que hemos visto un artista realmente grande encima del escenario.
Texto Javier Casamor. Fotos y vídeos Carlos Pérez Báez.
