COMBO PARADISO. Viernes 2 de junio de 2023. Sala Hangar 48. Madrid.
En la tormentosa tarde del viernes todo apuntaba hacia la suspensión del concierto que tenían previsto dar Combo Paradiso en la sala Hangar 48 de Madrid. Probablemente fue un rayo el responsable de ese corte de luz que dejó la calle entera “a oscuras” en mitad de una voluble tarde de junio y dejó en el aire aquella necesaria prueba de sonido previa a la actuación de este súper-grupo de factura nacional.
Si hay algo claro es que cualquier aventura musical emprendida por Adrián Costa, Julián Maeso, Alberto Anaut o Juan Zelada va a resultar ser una cita de obligado cumplimiento en la agenda musical, y es por ello que no cabe duda de que Combo Paradiso, que aúna las energías de estos cuatro músicos, ha de ser calificada de súper-grupo.
Tras un par de horas de espera en el bar aledaño, que también sufrió el efecto de ese corte de luz (aunque aprovisionado suficientemente como para poder capear el contratiempo, no como sucede con un concierto que necesita de ese bien preciado que es la luz), la banda decidió obsequiarnos en el interior de la sala y a la luz de las velas con unos cuantos temas cantados a capella a causa de lo que iba a ser la cancelación del concierto.
Además de profesionalidad, la formación mostró su buen hacer y la capacidad de defenderse sobradamente en cualquier tipo de situación. Estos cuatro músicos, cuya habilidad sobre los instrumentos es indiscutible, se distinguen por crear unas maravillosas armonías vocales en cada uno de sus temas. Combo Paradiso destiló buen humor por todos los costados a pesar del duro contratiempo y demostró su absoluta maestría ofreciendo un extraño mini concierto que resultó íntimo y único con tan solo los sonidos de la caja de la batería, de un charles y, por supuesto, su voz. Así sonaron temas propios y versiones: “Soy como soy”, “Loco vaivén”, “Don’t worry, be happy”, “Bring it on home to me”, a ratos cantando en castellano y a ratos en inglés.
Tras prácticamente una hora en este obligado formato y tras anunciar el final del recital (e informar de que las entradas nos iban a ser devueltas), se hizo la luz de repente. Serían ya las once y media de la noche y Combo Paradiso, sin pensárselo ni un minuto, asaltó sus instrumentos y produjeron el disfrute más absoluto de un público que ya se había visto implicado y envuelto en la atmósfera que se había creado en la pista de esa sala. Volvieron a sonar ya electrificadas algunas canciones como “La sonrisa de mis amigos” u otras como la preciosa versión de Willie Nelson y Ray Charles “Seven Spanish Angels”.
Los músicos, que debían ya estar exhaustos tras toda la odisea vivida y tras demostrar su valía con o sin electricidad, finalizaron la actuación por todo lo alto con una improvisación que hizo las delicias de todos los asistentes.
Sin duda será una actuación que los asistentes recordaremos para siempre.
Texto, fotos y vídeos Isabela Roldán.
