Se estrena en diversas plataformas, el documental “Peter Case: A Million Miles Away” dirigido por Fred Parnes, ya se puede ver la película que describe a uno de los últimos grandes trovadores de Estados Unidos, Peter Case, que ha vivido una vida de cambios constantes, altibajos vertiginosos y desgarradores.
Desde los gélidos suburbios de Buffalo, Nueva York, hasta sus primeros años viviendo y tocando en las calles de San Francisco, pasando por experiencias formativas con la banda de punk The Nerves y las leyendas del power pop de Los Ángeles, The Plimsouls, hasta su carrera en solitario nominada al Grammy durante décadas.
La película que presenta nuevas actuaciones de Case, así como de Lady Blackbird y Chris Pierce, fue producida por Jordan Krause y Chris Seefried. En él aparecen muchos de los amigos y colegas de Case, incluidos Ben Harper, Steve Earle, Victoria Williams, Jack Lee, Van Dyke Parks, Mitchell Froom, Steven Soles, Paul Zollo y Denise Sullivan.
Peter Case, ex-The Nerves, junto a Paul Collins y Jack Lee. Después lideró The Plimsouls, una banda con discos memorables y canciones grandiosas que marcaron los 80: su primer disco es insuperable.
En solitario Peter Case facturó grandes discos como “The Man With The Blues Post Modern Fragmented Neo-Traditionalist Guitar” (1989), “Let Us Now Praise Sleepy John” (2007) y de nuevo la prensa no ha dejado de elogiar el blusero “Wig¡” en 2010.
Un año antes sería operado de corazón, ayudándole con conciertos benéficos amigos como T-Bone Burnett o Richard Thompson además de un disco tributo participando artistas como Chuck Prophet, Tom Russell, o Joe Ely, entre otros.
En otro orden de cosas Peter Case ha lanzó el pasado mes de marzo nuevo disco, «Doctor Moan«. Álbum totalmente instrumental, su primera vez, al piano., piano, armónica, melotrón y guitarra, el disco cuenta con Jonny Flaugher (Lady Blackbird, Pokey LaFarge) al bajo eléctrico y acústico, y Chris Joyner (Rickie Lee Jones, Ben Harper) en el órgano Hammond B-3.
Por primera vez en su carrera, durante la pandemia y sin conciertos, en la sala de estar de su casa, brindó ese espacio para crear un álbum completo en lugar de juntar grabaciones interrumpidas por la necesidad. Un disco compuesto por once temas donde golpeando su piano, va narrando cada melodía representada en cada uno de sus maravillosos temas a través del rock, blues y folk de manera prodigiosa. Discazo.