The Flying Caravan: Evolucionando, que es gerundio

    La obligación de los músicos es evolucionar. Fue una de las grandes lecciones de los Beatles, como se comprueba al contemplar la vertiginosa variación de las portadas desde Please Please Me hasta Abbey Road. Los músicos de verdad saben que la misión artística requiere no aferrarse al pasado, atreverse a cambiar, arriesgarse y borrar como un mandala lo anterior.

   Las nuevas canciones que acaba de publicar The Flying Caravan demuestran que este grupo alicantino avanza en muy buena dirección. Dos años y medio después de su último disco (The Flying Caravan Band, progresos contra la pandemia – Dirty Rock Magazine) , aparece ahora un EP con dos nuevas composiciones de la banda: Stage Access.

   El impulso inicial de The Flying Caravan parte de Antonio Valiente (Alicante, 1970). Valiente, valga la redundancia, toma como modelo inicial a Mark Knopfler y se curra la técnica fingerpicking para definir un estilo propio. Como fundador en 1992 del grupo Numen graba dos discos (Samsara y Numenclature) Luego transita ya en este milenio por grupos como Malatesta Bier Band, Whiskey con Yoda, The Worms o Kamikaze Sound Express. En ese periodo se agudiza su deseo de componer y la vocación errante desemboca en The Flying Caravan. Se unen otros componentes como Juanjo Sánchez (teclas), Pedro Pablo Molina (bajo) o Lluís Mas (batería). Fue relevante la incorporación en 2014 de la vocalista Izaga Plata.

   A ese cóctel de instrumentistas deben sumarse las influencias de grupos como Camel, The Flower Kings, Karmakanic, Transatlantic, Be Bop Deluxe, o de músicos como Roine Stolt, Neal Morse y Jonas Reingold. También se hace patente la querencia por los sonidos encuadrados en el rock progresivo y clásico. La carrera de obstáculos que supone dedicarse profesionalmente a la música dejó en el “lado oscuro” laboral a Izaga Plata y Juanjo Sánchez, si bien a finales de 2021 llega a la banda Julia Novecento como cantante y teclista del grupo para desarrollar las composiciones del nuevo álbum que llegará este año. También en julio de 2022, José Antonio Hernández se une al grupo como flamante teclista para la formación.

   This Could Be Wrong y Stage Access llegan ahora como avance de la obra en ciernes. Basta escucharlas para apreciar que Flying Caravan explora caminos sonoros diferentes y que la voz se sitúa en el centro de lo nuevo. La rica voz de Julia Novecento se aprecia en ambos cortes y la banda parece girar en torno a esa rica variedad de matices. La primera This Could Be Wrong) arranca con sonidos campestres y una acústica que acompaña a las voces envolventes, gargantas que ascienden entre ladridos hacia una composición que muestra dulcemente el entrelazamiento de los sonidos a los que llega el grupo.

   Stage Access, la segunda, rebasa los nueve minutos y avanza tras comenzar con otras cuerdas vocales recién salidas de un vodevil y una transición hacia formas más propias del rock sinfónico, con dominio de las teclas clásicas y ambientes de progresiva inmersión. El cierre festivo incorpora unos coros de primera y llega a lo más alto. Es un aperitivo que da hambre y ganas de más y más.

 

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