Como es ya es habitual y marca de la casa, desde el primer día quedó claro que el Cruïlla ofrecería una variedad de géneros musicales para todos los gustos. Los amantes del la música urbana tuvieron en el primer día de festival a Delaossa, quien ofreció un rap potente y experimental.
Le siguieron las Niñas del Corro, el talentoso argentino WOS y la carismática rapera Santa Salut. Sus actuaciones enérgicas y las letras icónicas hicieron vibrar al público y crear un ambiente electrizante.
En el segundo día, el festival se llenó de ritmos latinos y melodías conmovedoras. Judit Neddermand cautivó a todos con su voz y emotivas canciones. La salsa de Los Van Van hizo que nadie pudiera quedarse quieto, y la legendaria cantante cubana Omara Portuondo, a sus 92 años, demostró que el talento no tiene límites de edad, aunque dudamos que estas movidas festivaleras puedan ser beneficiosas para su delicado estado de salud.
La noche continuó con el inigualable Rubén Blades, seguido por las explosivas Miss Bolivia y Bomba Estéreo, y el folclorista agitador Rodrigo Cuevas.
El tercer día fue un paraíso para los amantes del rock. Más de 25,000 personas se congregaron en el Parc del Fórum para disfrutar de algunas de las bandas más esperadas del género. El sol se puso al ritmo del indie-rock de Alt-J, el rock madrileño de Sexy Zebras y los himnos de Viva Suecia.
Cupido nos envolvió con su amor veraniego, mientras que Carolina Durante hizo que todos corearan sus exitosos temas.
La noche alcanzó su éxtasis con los esperadísimos conciertos de Franz Ferdinand y The Offspring, con plantón del gremio de fotógrafos para estos últimos debido a las abusivas clausuras que obligaban a los fotógrafos a no fotografiar primeros planos y a la obligación de pasar el visto bueno de la banda para publicar las fotos. Es esto el nuevo punk?
En la última jornada, el festival se despidió con un homenaje a la cultura catalana y actuaciones llenas de energía. Antònia Font y Pau Vallvé nos deleitaron con su música, mientras que Placebo, Parov Stelar y Moderat nos sumergieron en una atmósfera de rock alternativo y electrónica.
Leiva se convirtió en uno de los protagonistas de la noche con una puesta en escena mítica y un repertorio que nos recordó la grandeza del rock clásico. Para cerrar con broche de oro, Amaia, una de las divas del pop contemporáneo, encendió el escenario con sus éxitos más recientes.
Como va siendo habitual, la diversidad musical y el ambiente festivo hicieron del Festival Cruïlla 2023 una experiencia inolvidable.
