La gran fiesta argentina del Dale reunió en Barcelona a cerca de 4000 personas durante dos días llenos de rock, cumbia, gastronomía y sobre todo, buen ambiente.
Estaba claro que tras los llenos de los grupos argentinos en salas de este año pasado, se venía algo gordo para este julio en España. El éxito aplastante de La Renga unos días atrás ya daba pistas de las ganas que el público (en su mayoría argentino) tenía de pogo. Un cartel bastante bien estructurado, dejaba el viernes para el rock y el sábado para el pop y la cumbia. Y durante los dos días, la plaza del Poble espanyol se llenó de food trucks y puestos dedicados a la gastronomía, la cultura y las costumbres de la tierra de Gardel en el Dale Argentina Fest.
A pesar de comenzar a las seis, el mes de julio no dió mucha tregua en el inicio del show. Al menos a Stereotipos, la banda tributo a Soda Stereo encargada de abrir el Dale Argentina Fest. A pesar de los ligeros problemas técnicos que fueron arrastrando durante su concierto, su concierto sirvió para calentar el ambiente a medida que se llenaba el recinto. Además, solo por escuchar un tema como “De Música Ligera” del genio Cerati en vivo ya valió la pena. Estaba claro que esa tarde Barcelona no se si sería “La ciudad de la furia” pero sí que reinaría la buena vibra.
Y comenzó fuerte con el concierto de Juanse cuando aún el sol no se había comenzado a ocultar. Consciente del tiempo limitado de su actuación, consiguió meter catorce temas en una hora y “huir” del escenario para pasearse por el lateral de la plaza y unirse a los que estaban al fondo. Tan pletórico salió que incluso se marcó un Eddie Vedder subiendo a uno de los laterales del escenario como si fuera un chaval. Mientras tanto el público ya comenzaba a saltar y calentar con temas como “Ceremonia”, “Ya Morí”, “Rock Del Pedazo” o “Sigue Girando”.
Tan familiar era el ambiente que Juanse invitó a salir a Mauro, un chico del público, para que se uniera a la banda durante “Ruta 66”. A destacar de nuevo el elegante trabajo de Pablo Memi al bajo. Seguro que a alguno se le hizo corto cuando terminaron de sonar las notas de “Vicio”, pero compensaba saber que aún quedaban dos shows más. Entre banda y banda, imágenes del último mundial en las pantallas levantaban los oes en durante la espera o en el momento de buscar avituallamiento.
Los siguientes en salir a escena fueron Guasones. El quinteto inició su concierto “Como un Lobo” a media noche buscando “Farmacia” donde encontrar al “Pobre Tipo” del “Espejo Roto”. Y lo cierto es que su actuación fue asi, encadenando sus canciones ante el disfrute de quien se había acercado al Poble Espanyol para disfrutar del delirio argento. Con un estilo hermanado con M-Clan, Guasones dieron un muy buen concierto. Aunque personalmente, habría intercambiado el orden con Juanse, lo cierto es que cumplieron y gustaron. Algo que quedó claro con “Gracias” y “Dame” los dos títulos con los que terminaron su paso por el Dale.
Y llegó el turno de la aplanadora che (guiño) del rock. Cuentan que la última vez que vino Divididos a Barcelona el concierto tuvo que pasarse a la sala pequeña de Razzmatazz. Una banda capaz de llenar estadios en una pequeña sala como si fueran sus inicios. Pero esta vez iba a ser diferente. La plaza del Poble Espanyol dejaba el hueco suficiente para que los pogos tuvieran su espacio. Por si la emoción del propio concierto no fuera suficiente, el inicio con el video con el Himno Nacional por medio de un orquesta y Ricardo Mollo a la voz puso las emociones a flor de piel.
Diego Arnedo al bajo y Catriel Ciavarella en la batería fueron el corazón albiceleste que hizo mover a los 4000 asistentes. El pulmón, la voz y la guitarras a cargo de Mollo empezaron contundentes con “El Paisano de Hurlingham”. Poco importaba la temperatura exterior, esa noche Divididos nos iban a hacer sudar hasta la última gota con su rock enérgico. Está claro que se tomaron en serio la etiqueta de power trío cuando formaron el grupo. El marcado groove de “Sábado” puso un poco de calma a la locura inicial, pero duró poco. Para cuando llegó “El 38”, los pogos se encargaron de la redistribución del público. Y así siguió con “Cuadros Colgados”, “Haciendo Cosas Raras” o “Tengo”.
A estas alturas, decidí disfrutar el concierto desde fuera y poder comprobar el tremendo impacto que tenía la música de Divididos. Así pude disfrutar del buen hacer de Diego Arnedo al bajo en el medley que juntó “El Azulejo”, “Qué tal” y “La Rubia Tarada”. Divididos dio una ligera tregua con “Spaghetti del Rock”, empezada solo por Mollo a la guitarra y acompañado del publico, y “Par Mil”. Un par de cortes con aire acústico que sirvieron para recuperar el aliento y preparar la recta final. El contagioso reggae de “Qué Ves?” puso a bailar todo el Dale antes de que el blues se apoderase del trío. Momento para que Ciavarella se luciera en los parches con un solo de batería en el que hubo algún guiño a The Who incluido.
Fue entonces cuando su rabiosa versión de “El Arriero” de Atahualpa Yupanqui llenó el escenario. Con “Sucio y Desprolijo” del gran Pappo volvió a desatarse la locura entre el público que tardó medio acorde en formar otro gran pogo. Como si hubieran invocado al espíritu de los grandes excesos de los Deep Purple de los 70, a Divididos solo le faltó incendiar el escenario. Un primer recuerdo a Sumo de la mano de “Crua Chan”, la ferocidad de “Rasputin” y el toque punk de “Paraguay” llevaban el concierto a velocidad de crucero sin dar respiro.
Un descanso que para los neófitos pensó que llegaba con la versión del clásico “Cielito Lindo”. Nada más lejos de la realidad, cumplieron con lo de montar “el pogo mas grande que la propia Catalunya” en ese catártico final que Divididos aporta al tema. La recta final vino con la descarga de «Ala Delta» y la consulta entre «Ojo Blindado» o «Nextweek». No hubo problema en escoger entre ambos temas de Sumo. «Ojo Blindado» parecía la despedida del Dale, pero tras una corta espera, la banda volvió al escenario para poner el broche final a la primera jornada del Festival.
El segundo día tuvo un carácter más familiar y festivo de alguna manera. Desde medio día se pudo disfrutar de la gastronomía, costumbres y representaciones de la comunidad argentina. La oferta musical, más orientada al pop y la cumbia, vino de la mano de Coti, Airbag, Conociendo Rusia y los cabezas de cartel del día, Damas Gratis. Pero la coincidencia con la celebración del Barcelona Rocks limitó nuestra presencia al concierto de Coti. Conocido de las radiofórmulas nacionales y autor de muchas canciones escuchadas en otras voces, hizo disfrutar a los que no se esconden del sol abrasador de un buen concierto. Una hora en la que bromeó e hizo partícipe a todos de su música. Desde la inicial “Antes que salga el sol” hasta su gran éxito “Nada de esto fue un error”, el público pudo bailar con “Andar Conmigo” o “Color Esperanza”.
En definitiva, el Dale fue una magnífica experiencia de dos días que, atendiendo al éxito logrado, seguro que contará con más ediciones futuras. Creo que de todas formas, fue una ocasión perdida por parte de los músicos de ofrecer al público la oportunidad de ver colaboraciones entre las tres bandas. Algo que le hubiera dado al festival un cáliz especial de la misma manera que fue la aparición de Fito Paez en el concierto de Juanse durante la edición madrileña. A ver si en la segunda edición tenemos esa suerte. Solo queda saber los nombres que el Dale Argentina nos acerque el rock y su pasión a nuestras orejas. Hagan sus apuestas.
(Aún queda la posibilidad de asistir al Dale argentina de Valencia o Palma De Mallorca. Entradas disponibles clicando en su respectiva ciudad.)
Fotos Juanse, Coti y Stereotipos: Desi Estévez
Fotos Guasones y Divididos: Marceröck
