El magistral debut de Duncan Browne, ‘Give me take you‘, (1968) quizás no es el álbum más propicio para escuchar en esta época calurosa, ya que su mezcla de bucólico folk, pop barroco y elementos de música clásica retrotrae inmediatamente a la estación donde las hojas empiezan a desprenderse de los árboles, pero es tal la belleza que esconde en sus surcos que no he podido evitar traerlo hoy hasta aquí.
Publicado por el sello Inmediate Records, propiedad del despiadado manager de los primeros Stones, Andrew Loog Oldham, Browne provenía de un grupo de folk rock llamado Lorel que había fichado por el mencionado sello. Pero después de un single rechazado por la propia discográfica la banda se disolvió.
Sin embargo, Oldham quedó prendado por los arreglos que Duncan había realizado para otros artistas de Inmediate Records y decidió que el compositor debía grabar un álbum en solitario, para el cuál le asignó al letrista David Bretton, el cuál colaboró en la mayor parte del álbum.
El lanzamiento del disco y su posterior fracaso coincidiría con el colapso comercial del propio sello. A pesar de su sonoro fracaso comercial, este trabajo fue calurosamente recibido por la crítica. Y es que cuesta creer que temas tan delicados y exquisitos como el propio ‘Give me, take you’, ‘Waking you’, ‘The ghost walks’, ‘The death of Neil’ o el propio single ‘On the bombsite’ no obtuviesen la más mínima repercusión pero, por fortuna, es un primoroso trabajo que, aunque de modo discreto, ha ido ganando adeptos entre los aficionados al pop y el folk más selecto, en esa delgada línea imaginaria que uniría al Van Morrison más íntimo y circunspecto con el Nick Drake más ensoñador….