Resurrection Fest 2023 celebró su tercera jornada de festival el pasado jueves 29 de junio. Un día que llegó a su apogeo con la actuación de la banda estadounidense Slipknot, que repitió el éxito de 2019.
Cómo corre el tiempo en Viveiro, en la zona de Praia de Covas nos movimos este año en las actividades mañaneras, que decir, volcado el pueblo con su festival. Entrando al recinto con Nervosa, no nos da mas la vida. Sobre los baños tanto del recinto festivalero como de la zona Pandemonium decir que han mejorado sustancialmente. Las brasileñas comenzaron en el Ritual a descargar como si no hubiese un mañana, «Perpetual Chaos» empezó el bolo con un sonido embarullado que poquito mas mejoró, basaron su set list en este su ultimo álbum. Ha habido cambios importantes en la formación de la thrashers brasileras aún así el Ritual estaba ya colmado con gente con ganas de brea. Sonó «Death» uno de sus trallazos acabando con «Under Ruins», nos mantuvieron alerta los 45 minutos de bolo.
Fever 333 en el Main eran esperados, la iban a montar y así fue. Banda relativamente nueva con el incombustible fundador Jason Aalon Butler al mando, la nueva bajista viral April Kae, todo un espectáculo de actitud en las tablas. Completan la nueva formación Thomas Pridgen que estuvo al servicio de Mars Volta junto al guitarrista Brandon Davies. Banda difícil de catalogar, una batidora de nu metal, hardcore, punk y rap…ósea banda Resu, fecha única que nos gozamos. Arrancaron puños en alto con BITE BACK, a base de reivindicación y cambios sorprendentes se hicieron con la peña. «Made in America» cayó la tercera clara exposición de que van sus versos. Sonó otro de sus temas «$wing» seguida de un sorpresivo «Song 2» de Blur llevada a su rollo junto a los Resukids disfrutando como enanos en la esquina izquierda interactuando la banda con ellos. Jason a pecho descubierto llegó al Pandemonium con su inalámbrico se hizo otro stage diving a ritmo de «Hunting Season». Nos dejo la banda con ganas de volverlos a ver mas reposados como buen potaje.
Attila los de Atlanta en el Chaos hacían que la hierba no creciera a golpe de un fino metalcore con death, el guitarra es un máquina como mandan los cánones, la banda tiene múltiples registros. El Chaos estaba colmado y animado esto es Resurrection Fest. Pateando al Ritual, la chavalería, la cantera, el futuro hacían largas colas delante del stand de las Signing Sessions, emotivo y esperanzador.
Wind Rose en el Ritual fueron llevando la tarde noche ataviados como para salir a cazar en invierno en El Señor de los Anillos, desgranaron su power metal con melodías folk. Los italianos a golpe de épica nos mantuvieron en la pomada, temas como «Drunken Dwarves» o «Mine Mine Mine» llegaron hasta su cover hit «Diggy Diggy Hole» entre bailoteos, trenecitos y cadenetas, en el remix vino el cenit de su divertido bolo.
Papa Roach empezaron con «Kill The Noise» los veteranos californianos se estrenaban en Resu en fecha única, el Main estaba petado y eran cerca de las diez, estos tipos están rodados, muy elegantes y con un sonido cojonudo. Temas como «Blood Brothers» junto con «Dead Cell» demostraron muchas cosas de esta banda en un bolo acojonante. Hubo covers de The Prodigy y Cure…no faltó «Scars» cantada en castellano que le da toque popero pera mi gusto rancio. Pero con «None of Above» y «Between Angels» se absuelven en un trago, «Last Resort» con un intenso vacilón donde el «We will Rock You» se intercaló, otro bolazo hoy en el Main.
Meshuggah ya eran esperados en el Ritual, la banda sueca regresaban a Viveiro. Entre luces diabólicas imposibles y mucho humo aparecieron estas bestias del metal extremo, nueve densos temas en una hora, Basaron parte de su set list en su ultimo álbum «Inmutable». Para parte de la expedición que se mantuvo absortos con el show su opinión fue unánime, un bolazo.
A nosotros nos llevó Lucifer al Desert, donde Johanna Sadonis y su misticismo al aire de ventilador nos atrapó de facto. A los parches, Nike Anderson su marido multiinstrumentista y conocido por su labor en The Hellacopters. para que más. «A Coffin has no Silver Lining» nos transportó a los setenta, la preciosista «Dreamer» nos embelesó, que grande es el Desert. Dos guitarristas que ejecutan coros y el bajista estuvieron supremos, con unos riffs vintage en un sonido hard rockero, stoner destilado en doom.
Llegaba la hora en el Main de la banda que inunda Resurrection Fest como en su primera vez. Slipknot arrastran a fans de todas las partes de la galaxia. Hubo hasta unos minutos de colapso en el Pandemonium, expectación máxima. Tras su preludio se bajó el telón y «The Blister Exists» dio comienzo a su show, ocho tipos en un siempre peculiar escenario que sonó como un obús todo el concierto. «The Dying Show» y «Liberate» nos llevaron a «Yen» de su último trabajo, volvieron a enfervorecer a la marabunta que ocupaba el recinto con «Psychosocial» y «The Devil in I» con fuego a discreción dentro y fuera del escenario. «The Heretic Anthem» no podía faltar respondiendo al estribillo un Main repito, lleno al igual que la última vez. Comienzo de «Eyeless» con su particular batucada y seguida «Wait and Bleed» nos retrotrajeron a sus orígenes.
El Main en pleno esplendor, Corey Taylor, Jim Root, Sid Wilson, Mick Thomson esta vez con la ausencia de Shawn Crahan «Clown» apartado de la gira por problemas personales. «Unsainted» hizo bullir de nuevo el Main, dando paso a la calma con «Snuff» su baladita molona. «Purity» y la intro «515» que dio paso a «People=Shit» y «Surfacing», la cosa se iba acabando, Slipknot lo han vuelto a hacer, llenar como nadie nunca el Main. Para los bises dejaron «Duality» y «Spit It Out» y con la pregrabada «´Til We Die» se despidieron.
Que Kadavar en el Desert estaba señalado era y fue una realidad, nos privamos algunos del final de Slipknot para recrearnos viendo a los germanos con su contundencia y destreza. Trallazos como «Black Sun», nos retrotrajeron a nuestros orígenes hard rockeros, psicodélicos. Que bolazos nos hemos gozado en este Desert 2023. «Doomsday Machine» es un tema redondo, sonaron genial, son cuatro máquinas bien rodadas, otro solape cruel. Tras finalizar Kadavar, ir al Ritual a ver Monuments era una locura, ir a contracorriente ante una marabunta que salía del recinto a pasos forzados tras ver Slipknot. Nuestras piernas tampoco estaban para mucho, otro día extraordinario.