Anastacia volvió a los escenarios españoles tras cinco años. Con un nuevo disco en el horizonte y una mochila llena de exitos, contagió su entusiasmo entre los que se acercaron al ALMA – Jardines de Pedralbes.
La carrera musical de Anastacia empezó de manera fulgurante allá por el año 2000. Su primer disco “Not That Kind” la encumbró. Sobre todo en Europa, gracias a su característica voz y esa mezcla de rock, pop y funk que tenían sus temas. Estos veintitrés años de travesía no han sido para nada un camino de rosas para la artista. Además de la pandemia global, tuvo que lidiar con la enfermedad de Crohn y una doble mastectomía por culpa del cáncer. Con todo ese bagaje a sus espaldas, en el Poble Espanyol pudimos ver a una Anastacia pletórica. Y manteniendo aquella voz que la hizo famosa y con muchas ganas de pasarlo bien.
Con una formación clásica al estilo The Doors, con los teclados cubriendo el lugar del bajo en la mayoría de los temas, y una pareja de bailarines que los amenizaban con sus coreografías. Al ritmo de “American Woman” en la voz de Lenny Kravitz cada músico fue colocándose en su sitio para dar inicio a la fiesta con “Not That Kind” y “Freak Of Nature” en el que podemos disfrutar del sabor funky en forma de medley de temas como “It’s Too Funky Here” y “Give Up The Funk”. No tardó mucho en tirar de artilleria de exitos cuando “Paid My Dues” y “Sick And Tired” hicieron que el Poble Espanyol fuera desentumeciendo los músculos a pesar del calor.
Pero la vuelta de Anastacia a los escenarios viene con un pequeño secreto bajo el brazo. Un próximo disco que de seguir las sonoridades de “Best Years” nos dejó ver pinta a más reflexivo y tranquilo. Resulta curiosa la elección de un tema de Die Toten Hosen como adelanto, cuya calma sirvió para darle un descanso a la pareja de baile. Y de lo más nuevo a una nueva vuelta al disco que la encumbró. Un par de temas más de “Not That Kind” como “Made For Lovin’ You” y “Cowboys & Kisses”, con la que la diva de Chicago aprovechó para un cambio de vestuario. La chica dura del principio se dejó llevar a un look más campestre. Muy adecuado para una sección acústica en la que sonaron además “Overdue Goodbye”, “Everything Burns” y “Who’s Gonna Stop The Rain”.
La presentación de la baterista y su solo dieron tiempo para que Anastacia volviera al look rockero. Necesario para una version de “Sweet Child O’Mine” muy correcta y probablemente mejor cantada que por el actual Axl Rose. Sin salirse del guión establecido, “Why’d you lie to me”, “Stupid Little Things”, en la que recordó con cariño la colaboración de una niña de cinco años para cantarla en su concierto de Madrid, y “One Day In Your Life” lo dejaron todo dispuesto para el final del concierto. Con la plaza en modo fiesta la encargada de cerrar el set fue “I’m Outta Love”, pero estaba claro que allí faltaba algo. Unos minutos para un último cambio de look y arrasar con todo a ritmo de “Left Outside Alone”.
Anastacia dejó muy claro que, a aquella chica dura que saltó a las listas de éxitos, los golpes de la vida no la han amedrentado. Demostró que es aún más fuerte y libre, y que anda con pocas ganas de rendir cuentas a nadie que no sea ella misma. Con un directo potente y una voz que no ha perdido matices, le puso un punto de color y distensión al ALMA que siempre resulta refrescante y necesario. Una muy buena manera de terminar la semana y enfrentarse a la nueva con energias renovadas.
Nota del editor: A dia de hoy seguimos sin disponer de material fotográfico del concierto. El equipo de management de Anastacia redujo el número de fotográfos a las agencias. Si en algún momento están a bien de compartir desde los medios oficiales su trabajo, añadiremos el material gráfico. Mientras tanto, esta crónica queda limitada únicamente al placer de la lectura.