Hemos estado con Damien Rice celebrando la última jornada de las madrileñas Noches del Botánico. Descendimos al maravilloso mundo del irlandés, un sótano habitado por sentimientos, delicadeza y sensibilidad como pocos artistas son capaces de expresar.
Una bestia musical en estado puro que ha supuesto un broche inmejorable para el festival. 10 años sin pisar un estudio al que se encamina ahora tras abandonar el bote de su gira. Abróchense los cinturones que con este tipo siempre vienen curvas de las buenas. Una gozada con mayúsculas de uno de los submundos más oscuros de la música de autor.