Jaume Pla celebra los veinte años de Mazoni en su hábitat natural, la carretera. Su parada en esa más que loable iniciativa que son los conciertos en el El Terrat de Celrà era el perfecto pretexto para revisar cancionero, mutar algún clásico de su repertorio y regalarnos algún avance. Un singer-songwriter alejado de convencionalismos y etiquetas, Mazoni se mueve perfectamente en territorios eléctricos y acústicos, en intensidades y letras maceradas para degustar más lentamente.
Adrià Bravo en los teclados y Natán Arbó en el bajo y teclados le acompañan en esta aventura nada nostálgica que iniciaron asegurando con “Per primer cop” y el desbordante groove de “Se’m moren les plantes”. Presentó el single de principios de este año “Sense pluja però amb diluvi”, pedazo de riff el de “El riu” y el cambio de Fender a la Gibson Firebird anunció la llegada del rock con “Apocalipsi Now”.
Los coros y la intensidad de “Caputxeta” son de aquellos que te dejan claro que Mazoni juegan en otra liga. También tuvo tiempo para hacer un pequeño interludio en que se quedó solo con la guitarra acústica: “Sol”, “Part d’un tot” y “Pedres”, las tres de esa vuelta de tuerca en su carrera que fue “Carn, os i tot inclòs” (2017), un disco muy importante para él.
A continuación reinventaron “Vindré com una plaga”, del mismo álbum, electrificándolo sin fisuras, y demostraron cómo se factura un pop de extrema calidad con “Purgatori”.
Despedida con el incontestable crescendo de “Eufòria”, y en los bises “El dubte”, ese blues/RnR puesto al día que es “No tinc temps” y cerraron con la infaliblemente festiva “Ei, que surt el sol!”. 20 años en una noche, un camino nada finito lleno de sorpresas y retos de un artista en perpetuo movimiento. Mazoni, o la capacidad de reírse de cualquier desencanto…
Texto Albert Barrios. Fotos Noemí Pujolar.