Hace ya un tiempo que Wilco se ganaron la categoría de clásicos contemporáneos. Con una discografía sin demasiados resbalones y con álbumes de referencia para muchos músicos posteriores, y a la espera del alumbramiento del nuevo disco «Cousin» el 29 de septiembre, «Cruel Country» era la excusa perfecta para palpar el estado anímico de la banda. Jeff Tweedy y los suyos se sintieron cómodos, interactuaron de forma fluida y dejaron claro que cuando se habla de Americana ellos son referencia.
El comienzo fue brutal, una «Handshake Drugs» que en mi opinión fue lo mejor de la noche. A partir de ahí bajaron las revoluciones con tres canciones seguidas de Cruel Country y un acercamiento a sus primeras entregas, menos electrificadas, más Little Feat o The Band que Big Star.
No faltaron clasicazos como «Impossible Germany» (con el solo de rigor de Nels Cline, un poco artificioso para mi gusto), «I Am Trying to Break Your Heart» o «Hummingbird», un impecable e implacable set list de 25 canciones que recorre toda la trayectoria del grupo de manera natural.
Se veía a Tweedy contento y con ganas de agradar, con un John Stirratt a su izquierda que es realmente el termómetro de todo el conjunto y un Cline a su derecha contento de poder tocar en su cita catalana ( el año pasado causó baja por Covid en BCN). Los bises con «Outtasite (Outta Mind)», «Many worlds» y «Spiders» fueron más que acertados, recuperando el pulso y la garra que perdieron en algún tramo.
Una noche de verano de certezas y reencuentros, de (casi) nostalgia y expectación ante el nuevo paso de una banda que siempre estuvo allí…
Fotos Desi Estévez.