Margo Cilker tiene un nuevo álbum, «Valley of Heart’s Delight». El disco ha sido producido de nuevo por Sera Cahoone, junto al ingeniero John Morgan Askew, colaborador habitual de The Delines y con gente como She & Him o Neko Case en su largo currículum. Participan en el álbum, además de Margo a la voz y guitarra, músicos habituales de la escena. Sera Cahoone en la batería; Jenny Conlee-Drizos (The Decemberists) al piano, órgano y acordeón. Rebecca Young al bajo, Kelly Pratt a la trompeta y Paul Brainard (M. Ward, Richmond Fontaine) con steel y guitarras. Annie Staninec (Mary Gauthier) al violín y la viola y Caleb Klauder a la mandolina y armonías. El disco ha sido editado en Fluff & Gravy Records en USA y Loose Music en Europa.
Escucha «Valley of Heart’s Delight» de Margo Cilker aquí:
Margo Cilker creció en el valle de Santa Clara, que solía ser conocido como el Valle de las Delicias del Corazón. De ahí el título de este disco. La llamaban así por su abundancia de huertos y plantas, lo que la convirtió en un exportador líder en conservas de frutas. Ahora, sin embargo, está colonizado por las grandes tecnológicas y lo conocemos como Silicon Valley. Cuando ella nació ya se estaba transformando en el lugar que conocemos hoy. Cilker se mudó cuando tenía veintipocos años, viajando a Carolina del Norte y luego al País Vasco. En Bilbao formó una banda tributo a Lucinda Williams llamada Drunken Angels. Mientras, escuchaba a Caitlin Rose, Andrew Combs y Caroline Spence, contemporáneos suyos a los que soñaba con emular algún día. Finalmente se estableció en la zona rural del noroeste del Pacífico con su marido, el compositor y vaquero Forrest VanTuyl.
A pesar de que sus raíces familiares en el condado de Santa Clara que se remontan a cinco generaciones, ahora se siente desconectada del lugar de sus ancestros, algo que está en el espítitu de este «Valley Of Heart’s Delight», su segundo LP tras «Pohorylle». Un debut que se coló en el top 5 de nuestra lista de mejores discos de 2021 . Aquel debut de Cilker fue uno de esos discos humildes que crecen con el boca a boca convirtiéndose en el disco favorito de muchos aficionados a la buena música. Acabó en varias de las listas de discos de año, siendo comparada con grandes como Emmylou Harris, John Prine y Gillian Welch.
«Valley Of Heart’s Delight» repite equipo de grabación, ¿para qué cambiar lo que funciona? Está claro que mudarse a Nashville le haría más fácil avanzar en su carrera, pero adora su banda y adora el rancho en el que vive rodeada de animales. Ella prefiere una vida sencilla y auténtica, como su música. Como ha reconocido en alguna entrevista, su vida no ha sido fácil, pasando de un trabajo basura a otro. Pero la esperanza nunca se pierde, como canta en el fabuloso country soul de “Keep it On a Burner”, donde impulsada por una juguetona sección de viento nos enumera todas las cosas maravillosas de la vida que le ayudan a salir de los malos momentos: los amigos, la música, el whisky, un paraje,… con un guiño directo («I got stuck in Lodi again») a la Creedence Clearwater Revival.
Y es que Margo es una letrista original y muy afinada, como demuestra en «I Remember California», donde cuenta sus viajes por América. De costa a costa, pasando por el restaurante donde hacen la mejor hamburguesa de Texas y acabando en un concierto de Bob Dylan en Boston. El viejo bardo le saluda con el sombrero, así que no creo que esté basado en hechos reales. Después de un comienzo más country, “Beggar For Your Love” se acerca a las baladas setenteras surgidas de la relación entre Gram Parsons y Keith Richards. Un tema lleno de melancolía: «Cuando te sientas solo, te recordaré cuánto me dolía cuando mendigaba tu amor».
El valle en el que creció aparece en “Mother Told Her Mother Told Me”, basado en el reproche de su familia al abandonar la tierra en la que crecieron cinco generaciones. Curiosamente, es uno de los temas más californianos, evocando al sonido de Laurel Canyon, al igual que «With The Middle». Un precioso tema sobre lo dura que es la vida entre dos momentos placenteros: el café de la mañana y el vino de la noche. «Santa Rosa» hace honor a su nombre y tiene un ligero toque tex mex. Con ciertos aires a los mejores momentos de Linda Rondstaad, es otra nostálgica visión de todo lo que dejó atrás en el valle, desde los amigos hasta un alienígena.
Otro de los temas fundamentales del disco es “All Tied Together”, la balada final. Cilker la escribió poco después de la muerte de uno de sus artistas favoritos, Justin Townes Earle. Le pilló justo en una época en la que «había estado reflexionando mucho sobre esa mierda que son los asuntos familiares, y por eso su muerte me conmovió mucho», dijo a Rolling Stone. Es una de las dos canciones donde deja referencias a Steve Earle, otro de su héroes.
Un disco brillante donde aflora una melancolía especial, centrada en el desarraigo, el viaje y la inmigración, aunque sea interna. Tenía el desafío del siempre difícil segundo disco, más aún tras un álbum tan aclamado por la crítica, pero Margo Cilker ha sabido mantener la calma y seguir escribiendo reflexiones personales llenas de guiños a la vida y a la música que ama. Un disco que reinará en las listas de lo mejor de 2023, sin duda.
