“Anonymous Club”, el documental que capta la sensibilidad de Courtney Barnett | Análisis

Anonymous club de Courtney Barnett

Anonymous Club captura con sensibilidad, la vida y miedos de la cantautora australiana de rock alternativo Courtney Barnett. El documental, dirigido por su amigo y director Danny Cohen, se encuentra disponible actualmente en Filmin.

El documental Anonymous Club vio la luz en 2021. Durante sus 83 minutos de duración, somos testigos de la vida cotidiana de Courtney Barnett, desde los momentos de tranquilidad en su hogar hasta las explosivas actuaciones en el escenario.

La película, dirigida por su amigo de mucho tiempo y cineasta de Melbourne, Danny Cohen, está bellamente filmada en 16mm. El director, cuya habilidad para capturar momentos auténticos es innegable, nos presenta a una Barnett genuina, sincera y profundamente humana.

El largometraje, se percibe casi como una ráfaga de fotos polaroids, capturando momentos a veces fugaces, con algunos detalles un poco borrosos y siguiendo a Barnett a lo largo de un período de tres años de giras y grabaciones. Fue así en 2018, después del lanzamiento de su brillante segundo álbum, Tell Me How You Really Feel, y mientras se preparaba para una gira mundial para promocionarlo, como su amigo Cohen le pidió a Barnett que llevara un diario en audio.

La clave de Cohen fue por tanto brindarle un dictáfono a Barnett para grabarse. Tras su reticencia inicial al mismo, la cantante cedió y aceptó el formato finalmente como una herramienta para compartir sus verdaderos miedos. Barnett, con la voz en off, siente que toda la gira carece de sentido y explica su temor a que todos en la audiencia la vean como una broma.

Danny Cohen es un director de cine y televisión conocido por su trabajo en documentales y películas independientes. Antes de dirigir Anonymous Club, había dirigido otros proyectos relacionados con la música y la cultura contemporánea. Su dirección en esta película parece haber capturado de manera efectiva la vida y la creatividad de Courtney Barnett, ofreciendo una visión auténtica y emotiva de la artista.

Volviendo al documental, lo que destaca en Anonymous Club, es su enfoque en la relación entre la creatividad y la ansiedad. Barnett se convierte a sus treinta años en un reflejo de la lucha interior que enfrentan muchos artistas al tratar de expresar sus pensamientos y emociones a través de su música. Sus palabras y sus actuaciones se convierten en un escape catártico, y el documental capta brillantemente esta dinámica. Es un recordatorio poderoso y conmovedor de que aunque existan artistas, que por cuyo estilo confesional creemos conocerlos bien, estos pueden estar atravesando crisis existenciales no visibles.

Las entrevistas y las escenas de conciertos son impecables y transmiten la pasión que Barnett siente por su música. La película ofrece una banda sonora emocionalmente cargada que enriquece la experiencia visual.

El aspecto sin pulir y texturizado de la película encaja bien con Barnett, cuya voz, ligeramente ronca con un suave acento australiano, no es muy diferente del emotivo y desgarrado sonido de la de Lucinda Williams (no nos sorprende que sea una de sus favoritas). Barnett toma la decisión de organizar su primera gira en solitario sin su banda de respaldo, como una forma de reinterpretar su música, escuchar las canciones de una manera novedosa y, en última instancia, comprenderlas de manera diferente. Mientras se prepara nerviosa para su primera parada de la gira en Bloomington, Indiana, se pregunta si realmente alguien quiere escucharla tocar.

A pesar de que es crítica con sus incursiones en entrevistas con la prensa, la película sugiere de manera convincente que hay una verdad más profunda. «Siento que de alguna manera me he defraudado a mí misma con el lanzamiento de este álbum», susurra Barnett. «Lo que podría haber sido hoy una conversación en directo sobre la fragilidad y la salud mental terminé dejándolas de lado porque tenía miedo de hablar de algo tan real o serio».

En su proceso de creación y como a muchos escritores, le preocupa también escribir algo bueno y no solo escribir basura por lo que se cuestiona el propósito de la creación en sí.

Lo mejor y lo peor del Anonymous club

Sin embargo, la película podría haber profundizado aún más en algunos aspectos de la vida de Barnett. Algunos momentos parecen quedarse en la superficie, dejando al espectador con un anhelo de una exploración más profunda.

Si Anonymous Club pudiera tener otra mejora más, sería la inclusión de interpretaciones completas de más canciones de Barnett durante su gira. En la película, solo una canción, «City Looks Pretty», se reproduce de manera extensa. Las demás canciones se presentan como clips breves, lo cual es una lástima.

En resumen, Anonymous Club es un retrato conmovedor y auténtico de la vida de Courtney Barnett. Captura la lucha contra la ansiedad y el proceso creativo de manera hermosa, y ofrece una visión de la persona detrás de su música. A pesar de algunas áreas en las que se podría haber profundizado más, es una película que vale la pena ver para cualquier admirador de la música de Barnett y para aquellos interesados en la relación entre la creatividad y la ansiedad en la vida de un artista.

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