Caitlin Harnett and The Pony Boys acaban de editar «All Night Long». Un disco que les convierte en la banda australiana del momento para nuestra redacción. La fuerza del country soul que proyectan Caitlin y su banda ya nos habían llamado la atención en su disco debut, pero este nuevo trabajo, realizado tras varios años girando por Australia y Estados Unidos, los lleva definitivamente a otro nivel.
Escucha «All Night Long» de Caitlin Harnett and The Pony Boys aquí:
Caitlin Harnett & The Pony Boys andan pateando culos por el condado de Inner-West (Sidney) desde 2015. Sus grandes directos y su primer disco, «Late Night Essentials» los llevaron a girar por toda Australia, muchas veces de teloneros de gente como Orville Peck, The Nude Party, Tony Joe White, Hurray For The Riff Raff y The Felice Brothers. También por Estados Unidos, donde han estado en dos ocasiones. Caitlin domina a la perfección el arte de cantar melodías emocionantes que rompen el corazón pero que no puedes dejar de escuchar. The Guardian la comparó con Hope Sandoval (Mazzy Star) y no iban desencaminados. También en ocasiones puede recordar a Paula Frazer (Tarnation). Y no nos olvidemos de ellos: The Pony Boys no son meros acompañantes, son esenciales en el sonido de la banda, su buen hacer consigue elevar cada una de las canciones a otra categoría.
Caitlin, natural de Sidney, supo desde muy jovencita que quería dedicarse a la música. Ya solo con 18 años todos los ojos miraron hacia ella con su primer EP. Sus dotes como compositora hicieron que llegara a un acuerdo editorial con Mushroom Music Publishing. Mientras trataba de descubrir el tipo de compositora que quería ser, se trasladó a Ottawa para grabar su álbum debut, «The River Runs North», grabado en 2014 en vivo junto a Dave Draves en los Little Bullhorn Studios de Ottawa. Destacaba en él la colaboración de Kathleen Edwards en «Bad Man».
Allí estaba ya la esencia de su estilo, aunque como ella dice «fue una época donde todavía estaba descifrando mi composición. Estaba intentando ser Joni Mitchell y Laura Marling. Todavía amo algunas de esas canciones y estoy muy orgulloso de ellas, pero estoy orgullosa de mi evolución.»
La transición del folk-pop al country-rock eléctrico tomó forma cuando Harnett se mudó a Sidney y conoció al también compositor Andy Golledge y a Josh Piltz, quien se convertiría en su batería. Cuando les tocó sus nuevas canciones vieron que tenían un toque más rockero. Entonces, decidió que quería tocar la guitarra eléctrica y comenzó a forjar su estilo personal. Aunque pueda parecer un salto mortal, lo cierto es que la mayoría de las canciones que componen «Late Night Essentials», su debut con los Pony Boys, fueron escritas en Canadá y luego grabadas en Sidney en 2018 en el estudio de Joe Ireland durante solo un día. El objetivo era claro: capturar el sonido en vivo de Harnett y su banda, que estaban haciéndose con una gran reputación por toda la región.
Todas las canciones están escritas por Caitlin, que canta y toca la eléctrica acompañada por Sam Montague (guitarras), Josh Piltz (batería) y Aaron Ballantyne (bajo). El disco combina folk, soul, country y soft rock de los 70. Todo con una pureza y un sabor a banda de bar que no es fácil de conseguir. El disco fue editado por Evening Records, sello oficial de la movida de americana de la región de Sidney. Editaron hasta cuatro videoclips oficiales, muy divertidos, destacando el mini western de «5 a.m.». Un disco donde ya destacaba el buen hacer de la banda, creando atmósferas estupendas que crecían en sus apasionados directos. Muestra de ello es el premio a Mejor Banda en Vivo de Nueva Gales del Sur que consiguieron ese año.
«All Night Long» es un disco de ruptura salpicado de sabiduría y resiliencia.
Un paso adelante de la banda en el que la emocionante voz de Harnett es acompañada por su banda de manera exquisita. Dan un paso adelante en su sonido en delicatessen como «Can´t Have It All», con sus majestuosos arreglos de viento. “Sidelines” es una maravillosa muestra de soft rock donde es imposible no pensar en los Fleetwood Mac época “Dreams”. Una canción que nos narra la sensación de haber sido excluída constantemente en una relación de siete años que acabó el año pasado. Aunque no solo hay rencor, “Only Dreaming” y “Waiting For Something” están llenas de autocrítica. Todas las letanías románticas de Caitlin están maravillosamente acompañadas por los Pony Boys, creando unos duelos de guitarras que crean los ambientes que dotan a la banda de un distintivo propio.
Uno de los discos fundamentales de este otoño de una banda que nos encantaría ver pronto por nuestras tierras, aunque la lejanía no nos lo va a poner nada fácil.
