Dudley Taft y Manu Lanvin & The Devil Blues tuvieron un mano a mano el 10 de Octubre en Madrid. Una desolada sala Rockville fue el escenario que acogió la presencia de estos dos grandes virtuosos de las seis cuerdas con sus respectivos acompañantes. Desde Estados Unidos y penúltima fecha de su gira por España se subía el power trío liderado por el guitarrista Dudley Taft. Más de cuarenta años empuñando una guitarra presentaba en directo su último trabajo «Guitar Kingdom».
Hora y media de combinación perfecta de blues rock en su máximo fulgor. Brillante trípode instrumental siguiendo el modelo habitual en este tipo de formaciones donde la finalidad es enfatizar el virtuosismo instrumental. Alabanzas a los grandes nombres enseña del blues, pequeños fragmentos de temas conocidos de rock duro y el particular homenaje a Jimi Hendrix ponían en evidencia las influencias de este gran músico.
Desarrollaron un concierto con soberbias embestidas, «Black and Blues», «Old School Rocking»…. «Broken Down», «Guitar Kingdom»…. Composiciones cimentadas sobre las bases del blues aportando la arrogancia rockera. Riffs contundentes y una persistente base rítmica son el aguijón de Dudley Taft y compañía encima de un escenario. De igual manera, haciendo gira por nuestro país, coincidía en Madrid con Taft el francés Manu Lanvin & The Devil Blues. Tras la degustación del americano, un nuevo power trío encima de las tablas con la encomienda de perseverar el gran nivel que dejó el artista anterior.
Aunque el denominador común se mantenía vivo el estilo de este power trío se desvinculaba del anterior. Un inicio haciendo honores a Howlin´ Wolf y AC/DC llevando a su terreno sendas versiones se descubría ante sus debilidades musicales. Profundizó sus habilidades dentro de un amplio recorrido por los sonidos de raíz asociado con la contemporaneidad que Lanvin aporta en sus composiciones. El mismo tiempo encima del escenario para desgranar un repertorio cargado de energía y empeño por acaparar toda la atención del público.
Atractivo visual donde el abuso del porte compite con la destreza a las seis cuerdas. Hora y media de sudor, blues, rock y boogie… limitado a tres instrumentos en un ambiente familiar. Una lástima la insignificante respuesta del público madrileño ante esta doble propuesta de blues rock en toda su magnitud. Nosotros por allí estuvimos y nos contentamos con la presencia de estos dos grandes guitarristas encima de las tablas de la Rockville.
