La reciente edición del excelso “Rumours Live”, grabado un 29 de agosto de 1977 en el mítico Forum de Los Angeles (parada obligatoria en la gira de presentación del álbum), me trae al recuerdo mi única cita con una de mis bandas de referencia.
Hoy hace exactamente diez años (11 octubre de 2013) que mi dirigía a Paris-Bercy para vivir una noche inolvidable. Christine McVie hacía tiempo que no estaba en el grupo, y aunque fue una baja más que sensible, el concierto acabó siendo una auténtica locura.
Apenas recuperado del shock escribí unas apresuradas y un tanto naif líneas: ¿Qué siente un fan de Fleetwood Mac cuando la banda ataca «Go Your Own Way» con un Lindsey Buckingham en estado de gracia, una sección rítmica a plena potencia y una Stevie Nicks totalmente arrebatadora con su clásico sombrero de copa? La felicidad completa. John McVie sigue a lo suyo, en un segundo plano, apoyando en todo momento a esa bestia inclasificable que es Mike Fleetwood, un batería de la vieja escuela que continua tan loco y energético como siempre.
Lindsey Buckingham es uno de los guitarristas más infravalorados de la historia, un genio de las seis cuerdas que destaca tanto en eléctrico como en acústico (el interludio desenchufado de 4 o 5 canciones fue extraordinario) y que está con unas facultades vocales y físicas tremendas. Y qué decir de Stevie Nicks: siempre he sentido autentica devoción por una de las divas definitivas del rock, con esa imagen y voz tan personal como intransferible, y que a sus 65 años retiene totalmente la magia de sus mejores tiempos.
Tocaron todas las canciones imprescindibles de su repertorio en un concierto de casi 3 horas, con un sonido cristalino y un montaje sobrio y efectivo, con un Bercy lleno y rendido desde el minuto uno. Las nuevas canciones no desentonaron en absoluto y la química Buckingham-Nicks elevó el tono del concierto hasta el infinito.
Los únicos “peros” fueron el discurso un poco largo de Stevie, el habitual solo de Mike y el final demasiado tranquilo con “Silver Springs” y “Say Goodbye”, pero no todo podía ser perfecto. Gran ambiente y una banda totalmente entregada para uno de aquellos conciertos que dejan huella. Go Your Own Way!!!
