«Ozarker» se llama el séptimo álbum de Israel Nash que se lanza el 20 de octubre. Grabado en su propio estudio de su ciudad natal adoptiva de Dripping Springs en Texas, y producido por Kevin Rattermann (Ray Lamontagne, My Morning Jacket), donde se aleja del soul en gran medida del sonido espacioso y progresivo de discos anteriores para abrazar el rock americano del medio oeste, profundizando en su historia familiar.
Canciones lúgubres sobre el lugar y la imaginación se vuelven locas, donde Israel con ese rasgo jaggeresco en su voz, junto a su banda, desgarrados y deshilachados al costado de un camino polvoriento, prefiere estructuras de acordes de alta rotación a tempos medios y melodías que sangran.
Son diez canciones sencillas y crudas, letras esmeradas y llenas de una fuerza inesperada y armonías enmarañadas que recuerdan al viejo Neil, Seger, Bruce, o aquel folk gitano asociado con «Desire», llenando e infundiendo el aire con acordes musicales hipnóticos que se colocan sobre uno como polvo fino flotando en la brisa en un día soleado.
Con «Ozarker» que te atrapa desde el minuto uno, hasta el punto deslizarte desde tu asiento y acabas de rodillas en el suelo. Su amplitud cósmica para las canciones rara vez equivale a estancamiento como la exuberantes «Firedance», «Travel on» o «Shadowland» que establecen una única melodía circular durante un tiempo tiempo y luego la extiende durante poco más cuatro minutos y medio. El disco es una instantánea, más que una historia, del paisaje. Una colección de momentos de un tipo de hombre que cree en la capacidad sagrada y curativa de la música por encima de todo.
Carne de gallina con «Lost in America», «Roman Candle», la springsteeniana «Ozarker» o especialmente «Pieces» donde con maestría Israel Nash ha creado melodías sólidas con una calidez e intimidad insuperables, esa sensación de ligereza y aire del disco, sin duda un remanente de la calidad tranquila y trascendente combinándolos con otros grandes temas como «Going Back», «Can’t stop» o «Midnight hour».
«Ozarker» se pega al oído desde el minuto uno, donde el de Missouri, de 42 años, cuenta con la ayuda de Patrick Hallahan (My Morning Jacket). a la batería, Curtis Roush (Bright Light Social Hour) a la guitarra, Eric Swanson (lapsteel, órgano, armónica) y Seth Kauffmann al bajo donde aseguran que el álbum nunca suene rancio y Leslie Stevens a los coros. Se exige que se reproduzca en vinilo con las ventanas abiertas para que los grillos puedan cantar.
Grandioso y distintivo Israel Nash con «Ozarker» con este nuevo arsenal de grandes canciones. De lo mejor de este 2023.
Israel Nash estará de gira por España en febrero de 2024 para presentarnos «Ozarker». Ahí te van las fechas:
- 20 de febrero – Bilbao, Kafe Antzokia
- 21 de febrero – Avilés, Factoria Sound
- 22 de febrero – Madrid, El Sol
- 23 de febrero – Valencia, Loco Club
- 24 de febrero – Zaragoza, Rock & Blues Café
- 25 de febrero – Barcelona, Sala Upload Barcelona
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